Rodríguez Contra el Hombre Extraño: Un Duelo de Indiferencia
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Actitudes y Respuestas de Rodríguez Frente al Hombre Extraño
Los dos personajes serán opuestos en todos los sentidos. El hombre extraño tendrá emociones fuertes, hará magia, rebosará de vida. Mientras que Rodríguez expresará muy poco, jamás emociones fuertes (esto hará que el diablo se descontrole), no creerá en nada, no espera nada más de la vida, no le interesa nada y no va a aceptar nada.
La Indiferencia de Rodríguez
Rodríguez pierde cualquier temor frente a él e interés, frente a lo extraño o desconocido. Sólo le interesa su seguridad personal y esta ya no está en riesgo. Tampoco tiene ninguna curiosidad, toma la decisión de seguir adelante y no prestarle atención al hombre desconocido.
La Lucha de Miradas
La lucha de miradas que se plantea entre ellos es una prueba de que el diablo no podrá ganar y de la pérdida de su poder, a pesar de que el extraño no sabe eso.
La metáfora "Le clavó un ojo Rodríguez" enfrentada a la expresión "que era un cuchillo de punta" refiriéndose a la mirada del diablo, nos muestra la lucha de poder que plantean los dos personajes. Basta un ojo de Rodríguez para hacer que este mago se contraiga en su intención de lucha y quede cual "un cordero". Aunque parecería que un cuchillo es más fuerte que un "clavo", la mirada de Rodríguez vence a la mirada del hombre desconocido. El mago mira de costado, tratando de crear un clima de misterio y superioridad, que se corta ya que Rodríguez nunca entra en su juego. Esta lucha perdida por el mago es una especie de anticipación del final.
Las Pruebas del Hombre Extraño y la Respuesta de Rodríguez
Cuando el diablo frota los dedos y logra que aparezca fuego, obliga a Rodríguez a mirar la obsesión del diablo. El extraño pregunta por la opinión de Rodríguez, y Rodríguez contesta "esas son pruebas" minimizando todo el esfuerzo que el diablo había hecho para sorprenderlo. Rodríguez veía al mago como un pegajoso, y no como alguien capaz de hacer cosas asombrosas, sino que en lo único que pensaba era en sacárselo de encima.
Las Palabras de Rodríguez
Rodríguez emite solo seis palabras en todo el cuento: "¿Esas son pruebas?", "¿Eso?, mágica, eso". Y de esta manera logra derrotar al diablo.
La Humillación del Hombre Extraño
Rodríguez lo trató como si fuera de circo o acróbata. Por eso el diablo se enoja, porque lo está humillando, lo está degradando a él, que es un ser sobrenatural.
El Simbolismo del Zaino
Rodríguez siempre tiene "la vista entre las orejas del zaino", o sea que está mirando por las orejas del zaino. Esto simboliza que quiere seguir el camino del bien. Mirar al diablo es darle a entender que algo le interesa. Rodríguez no necesita nada, y en la medida que no necesita, nada le interesa tampoco. De esa manera el seductor no tiene posibilidad de inferencia en él.
La Apatía de Rodríguez
La actitud inconmovible de Rodríguez, incluso frente a la magia, permite deducir que el personaje no tiene ningún interés por estar vivo, y que nada absolutamente lo conmueve. Cualquier ser humano normal se asombraría de las pruebas sobrenaturales que hace el diablo, sin embargo, Rodríguez no se inmuta. No hay en él una pizca de curiosidad. Por otra parte, no tiene ambición, ni buena ni mala, frente a las cosas que se le ofrecen, con lo cual no tiene interés de progresar.