El Rol del Adulto en el Desarrollo Infantil: Seguridad, Autonomía y Observación

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El adulto estimula las actividades de una forma indirecta, creando las condiciones de equilibrio del desarrollo emocional y afectivo, así como del desarrollo psicomotor e intelectual. Estas condiciones incluyen:

  • Seguridad facilitada por un vínculo profundo.
  • Valor afectivo del sentimiento de competencia que el niño percibe.
  • Riqueza y adaptación del entorno del niño.
  • Riqueza del lenguaje durante los intercambios.
  • Respeto hacia el ritmo de las adquisiciones motrices de cada niño.

La Importancia del Vínculo y el Interés del Adulto

Es fundamental la seguridad proporcionada por el vínculo y el interés del adulto. El vínculo estable y continuado con un número reducido de personas bien conocidas, y la relación privilegiada con un adulto permanente, son las condiciones fundamentales de la salud mental y del éxito de la socialización primaria en la primera infancia. El niño necesita del adulto para poder construir su sistema de valores de la sociedad, sus normas de juicio, sus reglas de comportamiento y su sistema de prohibiciones. Esta apropiación del sistema se realiza a través de la imitación, la asimilación y la identificación. La salud mental solo existe si se ha producido este proceso.

La Observación del Adulto como Fundamento de la Autonomía del Niño

Más que cualquier discusión teórica, la observación concreta nos puede convencer de la importancia fundamental de la actividad en la vida psíquica del niño. Los parámetros de observación son: la calidad de la actividad, su contenido, su duración y el lugar que ocupa en la relación con el comportamiento global del niño. No se trata de medir lo que el niño es capaz de hacer, sino de observar los momentos habituales de su vida, de mirar al niño que está en actividad de un modo espontáneo.

Cuando observamos al niño, deberíamos hacerlo desde un doble punto de vista: el del adulto y el del niño. Porque el niño no juega: vive y lo hace implicándose por completo. Solo la observación externa descubre en esta actividad los signos de una evolución, los elementos más o menos favorables de un progreso.

La Relación entre el Adulto y el Niño: Respeto y Valoración

Es importante destacar la actitud de respeto por parte del adulto hacia la actividad del niño. La observación y la valoración de la actividad autónoma han suscitado el respeto hacia el niño por parte del adulto encargado de cuidarlo, y ese respeto se ha convertido en un componente importante en su relación. Si el niño vive en un entorno de desinterés hacia su persona, nunca podrá ser autónomo. Su sentimiento de seguridad, su comodidad motora y la riqueza adaptada de su entorno exigen mucha más atención individualizada, cuidados y disponibilidad por parte de los adultos que cualquier programa preorganizado.

La Necesidad de Ayudar al Niño a Tomar Conciencia de Sí Mismo y de su Entorno

Pikler considera imprescindible proporcionarles, en primer lugar, un marco de vida estable, tanto física como psíquicamente, un adulto de referencia para cada niño, unos cuidados afectuosos y unas atenciones personalizadas al máximo, que les proporcionen la seguridad necesaria para su actuación libre e independiente. En este contexto, es imprescindible además facilitarles un entorno material adecuado a las necesidades funcionales y a sus intereses.

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