Roles y Estatus Sociales: Perspectivas Funcionalista y Crítica

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Introducción a los Conceptos de Rol y Estatus

Desde la perspectiva sociológica, se entiende que en los procesos de socialización (interacciones entre personas que influyen en el desarrollo de su personalidad, a través de las que se da una apropiación por parte del individuo de las normas del grupo, permitiéndole esto su integración a la vida en sociedad), se interiorizan roles y estatus sociales, mediante los cuales vamos construyendo nuestra personalidad (formas de pensar, sentir y actuar).

El estatus es el nivel o posición social que ocupa una persona en relación con otros individuos, es por esta razón que se trata de un concepto relativo. Esta posición social otorga poder, es decir, la posibilidad de tomar decisiones en tu vida y en la de los demás, lo que conlleva un prestigio determinado.

Por otra parte, el rol es el comportamiento esperado de una persona o grupo social que ostenta un estatus en concreto (son las conocidas como expectativas).

Estos dos términos están íntimamente relacionados, y es que todo rol conlleva un estatus y al revés, por ejemplo; toda posición social conlleva una manera de comportarse o viceversa. El comportamiento son todas esas formas de hacer, sentir y pensar que tenemos.

Expectativas, Roles Adscritos y Adquiridos

Es importante decir que a veces las expectativas de las que hacía mención antes no se cumplen. Cada entorno sociocultural nos ofrece un conjunto de roles y estatus diferentes y nosotros vamos interiorizando unos u otros, y funcionamos en base a unas expectativas. Estos procesos la mayoría de las veces son inconscientes porque tenemos las expectativas ya muy interiorizadas. Las expectativas son modificables en el tiempo y somos los individuos los que tenemos la posibilidad de hacer ese cambio, por ejemplo; cómo están vistos los gays, las drogas… En base a este sistema de expectativas hay una estructura social donde se identifican los tipos de roles y estatus adscritos y adquiridos. Ese orden o estructura social es la existencia en toda sociedad de la estratificación social consistente en la ubicación de los individuos en diferentes posiciones sociales con relaciones de superioridad o inferioridad (estatus).

En esa estructura social hay roles y estatus que son elegidos (adquiridos) y otros que no (adscritos).

Un rol o estatus social por definición no es adscrito ni adquirido, es decir, un mismo rol o estatus para una persona puede ser un rol adscrito y para otra adquirido, dependiendo de su trayectoria en la vida y de sus circunstancias vitales.

  • Roles y estatus adscritos: Nos vienen impuestos por el entorno sociocultural en el que vivimos y es por ello que estamos condicionados. Ejemplos; pertenecer al género femenino o masculino, ser hermana, ser de una raza determinada…
  • Roles adquiridos: Son los que elegimos, son asignados a las personas por méritos, acciones… Ejemplos; ser actor, científico…

Sistemas de Estratificación Social: Estamental y de Clases

Hay estructuras sociales en los que tienen más peso tanto cuantitativa como cualitativamente los roles adscritos, y hay otras en las que tienen más peso los adquiridos. Ejemplo donde los roles adscritos son muy significativos; sociedad feudal mediante el sistema estamental. Ejemplo donde los roles adquiridos tienen mucho peso; nuestra sociedad mediante el sistema de clases.

En cuanto al sistema estamental (Edad Media, siglos V-XV) al que he hecho referencia, decir que no existía la movilidad social, es decir, no se podía pasar de un estamento a otro, ni teóricamente, por lo que los roles adscritos eran muy importantes y se trata por tanto de un estamento que condicionará la vida de la persona.

En este sistema estamental la religión toma un papel muy importante ya que justifica que unos pertenezcan a una clase y otros a otra, ya que se supone que Dios es el que ha creado ese tipo de sistema.

Se puede concluir por lo dicho hasta ahora que, hay diferentes tipos de estructuras sociales (estratificación social); unas en las que se permite la movilidad social (sistema de clases), y otros en los que no hay movilidad social (sistema feudal y estamental).

Perspectivas Teóricas: Funcionalista y Crítica

Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito pasaré a analizar las dos perspectivas teóricas que han marcado dos visiones ideológicas diferentes para entender el funcionamiento de nuestra sociedad occidental a la que ya me he referido en anteriores párrafos. Se trata de la perspectiva funcionalista (muy arraigada en las sociedades occidentales) y la crítica. La funcionalista toma como referencia teórica a Emile Durkheim (sociólogo francés), y la crítica toma como referencia al sociólogo alemán Karl Marx. Hay un tercer autor que es Max Weber que trabajó la perspectiva interpretativa.

La perspectiva funcionalista tuvo mucho auge en Estados Unidos y Europa entre 1920 y 1950/60. A partir de los 60 se empezaron a oír muchas voces críticas (en esos mismos sitios) en torno al funcionamiento de nuestra sociedad (perspectiva crítica).

La gran diferencia entre ambas es que mientras la perspectiva funcionalista tiene una visión orgánico-armónica de la sociedad, la crítica tiene una visión conflictiva de esta.

La Perspectiva Funcionalista: Una Visión Orgánico-Armónica

La visión orgánico-armónica se llama así porque identifica el funcionamiento de la sociedad con el funcionamiento del cuerpo humano. Basándonos en Durkheim, el cuerpo humano es una realidad en sí misma diferente a otras realidades y está formada por diferentes partes, y cada una de estas partes tiene su función o funciones. Es imprescindible que cada una de esas partes cumpla con sus funciones para que el cuerpo funcione adecuadamente de forma armónica, con equilibrio, y con ausencia de problemas (buena salud). Todas las partes están interrelacionadas y son imprescindibles. Esa interrelación hace que el fallo de una parte del cuerpo afecta a otras partes.

Esto lo comparan con la sociedad. Todas las sociedades pueden ser identificadas como realidades diferentes, que constan de distintas partes y cada una de ellas tiene sus funciones que ha de cumplir para que la sociedad en su totalidad siga funcionando adecuadamente, sin conflictos, en armonía. El funcionamiento global de la sociedad no se cuestiona, y en caso de que haya un problema en una parte hay que evitar que esto afecte a otras partes. Las “partes de la sociedad” hacen referencia a lo siguiente: Toda sociedad necesita de un sistema de estratificación desde la perspectiva funcionalista. En todas las sociedades necesitamos de todo (maestros, pintores, notarios, abogados…) para satisfacer sus necesidades, por lo que no se cuestiona la existencia de clases ni de la división social del trabajo, (no buscan por tanto ningún cambio relativo a esto).

Las partes; toda sociedad necesita organizar la producción y distribución de bienes y servicios. La sociedad capitalista en la que vivimos está organizada con el sistema de estratificación. Se precisa también de un código ético y moral básico de lo que está bien y mal, el cual está íntimamente relacionado con la religión y las leyes (sistema judicial).

Es necesario un sistema político para organizar el poder (en la nuestra es democrático), la existencia de un sistema educativo…

Toda sociedad necesita organizar la educación, la formación, la economía… que está relacionado con el sistema jurídico, político, de estratificación… Es por ello que todas las partes están interrelacionadas. De esta forma, en caso de que alguna parte no funcionara bien, habría que intervenir para que no influyera en el resto. Ejemplo; la crisis económica actual.

Lo que se debe garantizar desde esta perspectiva es que el sistema de estratificación (división social del trabajo), se realice de forma armónica.

Los funcionalistas dicen que para que esta división social del trabajo no cree conflictos, se debe asentar en un sistema meritocrático, con el que se garantice que todo individuo consiga una posición social en base a sus méritos a lo largo de la vida. La clave de todo sistema meritocrático desde esta perspectiva es el sistema educativo, la escuela como posibilitador de este sistema de méritos.

En relación con esto, uno de los grandes logros de la visión funcionalista es la instauración de la escuela pública, gratuita y obligatoria para todos en el entorno europeo. De esta forma (según ellos), se garantiza la igualdad de oportunidades, y que todos estén en el mismo punto de partida en la “carrera meritocrática”. Por lo que este sistema hace que recaiga en el propio individuo la responsabilidad de tener más o menos méritos.

La Perspectiva Crítica: Una Visión Basada en el Conflicto Social

Por otro lado, está la perspectiva crítica que asegura que el garantizar el acceso de todos a la escuela, no garantiza la igualdad de oportunidades, ni el acceso universal a la cultura, ya que al no cuestionar la perspectiva funcionalista la estratificación social, no cuestiona tampoco las condiciones de “desigualdad” en las que están los estudiantes dependiendo de su procedencia, cultura, estimulación social, clase social, situación personal… ya que no se eliminan las diferencias socio-culturales sino que se potencian. Por ello los críticos aseguran que no se puede justificar la división social de clases.

La perspectiva crítica basa su visión en el conflicto social, y para llegar a esto basan su análisis en las teorías de Marx. Desde la perspectiva de Marx y de los críticos, la estructura social tiene dos partes, la supraestructura y la infraestructura, (y ambas analizan también el funcionamiento de nuestra sociedad).

Se defiende la idea de que hay una relación de condicionamiento, al estar todo al servicio del sistema económico. La supraestructura es la organización política, el sistema educativo, el judicial, el religioso, la división social del trabajo… Y la infraestructura es la base de toda sociedad, es decir, el sistema económico y su función de llevar a cabo la organización y gestión de bienes y servicios.

La infraestructura condiciona a la supraestructura y esta depende de la infraestructura. Por ejemplo; el sistema económico condiciona el sistema educativo o político que vaya a haber. La supraestructura deberá reproducir el sistema económico existente en esa sociedad. Marx tiene una visión conflictiva de la sociedad al haber una clase burguesa y capitalista y otra que es proletaria la cual vende su mano de obra. Se da una división en la que el proletario sale perdiendo al no cobrar todo lo que se merece por el trabajo realizado (plusvalía; parte del dinero del obrero que se queda el capitalista). Esto hace que haya una relación de explotación (inherente al sistema capitalista para que esta pueda seguir subsistiendo), por lo que la sociedad no puede funcionar armónicamente. Por todo esto, los críticos sí cuestionan el sistema y la estructura existente y quieren cambiarlo.

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