Romancero: Poesía Épico-Lírica Tradicional
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El Romancero: Poesía Épico-Lírica Tradicional
Definición
El romancero es un conjunto de poesía oral, campesina y anónima. En todas las comunidades europeas vemos surgir, entre 1200 y 1500, un nuevo tipo de poesía oral de carácter épico-lírico como las viser escandinavas, los Volkslieder alemanes, las ballads anglo-escocesas y algunas chansons populaires francesas.
En lugar de la forma estrófica y la rima variada, el romance suele ser monorrimo. Normalmente se trata de una serie de extensión indefinida de versos octosílabos con una sola asonancia en los versos pares.
Origen del Romancero
En las antiguas gestas de los siglos XII y XIII predomina el verso de siete sílabas, a diferencia de las gestas del siglo XIV, en las que ya vemos predominar los octosílabos, en lugar de versos de siete, nueve y seis sílabas anteriores. Los romances más antiguos datan del siglo XV, cuando ya vemos un triunfo casi total del octosílabo.
La temática también nos lleva a este origen épico, ya que los principales cantares de gesta nacionales (Fernán González, Infantes de Lara, Bernardo del Carpio, Mocedades de Rodrigo, Cantar de Mio Cid...) producen vástagos romancísticos.
Por tanto, parece que la relación entre las gestas y los romances es directa y genética, ya que probablemente los oyentes se hacían repetir el pasaje más atractivo del poema que el juglar cantaba; lo aprendían de memoria, y al cantarlo ellos a su vez, lo popularizaban.
Sin embargo, no solo la fragmentación de la épica medieval explica el origen del romancero por sí misma. También la lírica tradicional, en parte octosílaba, tiene un papel importantísimo en la aparición de estos romances. Es el caso, por ejemplo, de las coplas paralelísticas del siglo XII, importantes para el desarrollo de los romances.
Romancero Viejo y Nuevo
El romancero viejo, tan cercano a sus raíces épicas, nos da la sensación de ser un repertorio textual fijo e invariable. Sin embargo, esto no es tal, y debe considerarse a la tradición antigua y moderna como complementarias e inseparables. También la tradición moderna tiene relaciones esenciales con la épica. Las características genéricas de la lírica y la épica, la presentación de los sentimientos y el carácter historicista, aparecen tanto en el romancero viejo como en el nuevo, desde contar la fuga del prior de San Juan a comienzos del siglo XIV, hasta la muerte de la reina Mercedes a fines del XIX.