La Romanización de Hispania: Factores, Etapas y Legado

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La Romanización de Hispania

5. El Concepto de Romanización

La romanización fue un proceso de transformación de los pueblos conquistados por Roma en ciudadanos del Imperio romano. Estos pueblos fueron asumiendo la lengua, las costumbres y la organización política, jurídica y social romanas. Este proceso de aculturación afectó, entre otros territorios, a Hispania, la península ibérica romana.

Factores de la Romanización

  • Presencia del ejército romano desde la conquista.
  • Implantación de la administración romana.
  • Construcción de calzadas y fundación de ciudades.
  • Asentamiento de ciudadanos romanos.
  • Inserción en la economía romana, incluyendo el uso de la moneda.
  • Progresiva concesión de la ciudadanía romana a la población indígena.

Consecuencias de la Romanización

La llegada de Roma supuso la intensificación de la explotación de la tierra, con la adopción de nuevas técnicas y un intenso desarrollo de la minería, la artesanía y el comercio. También supuso la implantación de las formas de organización social romanas, así como la difusión de su religión, cultura y costumbres.

Las antiguas ciudades, revitalizadas, y las ciudades fundadas por Roma, como Tarraco, Caesaraugusta e Hispalis, fueron centros administrativos, jurídicos, políticos y económicos. Se construyeron foros, acueductos, templos, teatros, que sirvieron para propagar el poder del Imperio y forman hoy parte del patrimonio romano. Una importante red de calzadas comunicaba estas ciudades entre sí y con el resto del Imperio. La presencia romana dejó como legado el latín y el derecho romano.

Etapas de la Romanización

La presencia romana en la península se prolongó desde finales del siglo II a. C. hasta principios del siglo V d. C. Inicialmente, se dividió en dos provincias: Citerior y Ulterior. Tras acabar la conquista de Hispania, Augusto la dividió en el año 27 d. C. en tres provincias: la Bética (capital, Córdoba), la Tarraconensis (capital, Tarraco) y la Lusitania (capital, Emerita Augusta). Después se crearon la Carthaginensis, la Gallaecia y, por último, la Balearica. Al frente de cada provincia había un gobernador. Las provincias se dividían en conventos jurídicos. Paralelamente, la romanización se intensificaba, siendo relativamente rápida, y en el siglo II d. C. era casi completa. La ciudadanía romana se extendería a todos los hispanos libres.

Pueblos Prerromanos

3. Los Colonizadores Fenicios y Griegos

Atraídos por las riquezas minerales de Hispania (especialmente, la mítica civilización de Tartessos, en la actual Huelva, rica en cobre, plata y oro) llegaron los fenicios (inventores del primer alfabeto, del que tomarán nota los griegos), fundando Gades o Gadir (Cádiz) hacia finales del siglo XI a. C. Se asentaron en el litoral sur y fundaron también Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera. A partir del siglo VIII a. C. llegaron también los griegos, que se asentaron principalmente en el noreste (Emporion o Ampurias, Rhode (Rosas), etc.), atraídos por los metales, el aceite y la sal. Los fenicios de Cartago (llamados también tirios, por ser originarios de Tiro, y cartagineses), a partir del siglo VI a. C., reemplazan a los fenicios en el control del sur peninsular. A partir del siglo III a. C., la expansión fenicia adquiere rasgos de conquista (fundación de Cartago Nova, Cartagena). La pugna con Roma por el control del Mediterráneo Occidental conducirá al inicio de la conquista romana de la península ibérica, llamada Isephania (“tierra de conejos”) por los fenicios e Hispania por los romanos (corrupción del primer nombre).

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