Romanticismo, Nacionalismo y la Restauración Europea: Conceptos Clave del Siglo XIX
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Conceptos Clave del Siglo XIX: Romanticismo, Nacionalismo y Restauración
El Romanticismo y la Construcción de la Identidad Nacional
El Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que emergió en Europa a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Se caracterizó por la exaltación de los sentimientos, la subjetividad y la individualidad, en contraste con la razón ilustrada. Influenciado por las ideas de la Ilustración, impulsó la noción de que el pueblo tenía el derecho a autodefinirse como nación, a ejercer su soberanía, a elegir a sus representantes y a establecer sus propias instituciones.
Vertientes del Romanticismo
Romanticismo en las Artes y las Letras: Dentro del Romanticismo, una de sus vertientes en las artes y las letras se dedicó a la recopilación y revalorización de leyendas y relatos populares que habían sido transmitidos oralmente de generación en generación. Esta faceta buscaba las raíces de la identidad nacional en el folclore y las tradiciones.
Folkismo: El Folkismo es un movimiento que exalta el amor y la devoción por el pueblo, sus tradiciones, hábitos y costumbres. Busca revalorizar la cultura popular y las raíces identitarias de una nación.
El Nacionalismo y la Primavera de las Naciones
El Nacionalismo es un sentimiento de pertenencia e identificación con una nación, definido por la compartición de elementos culturales como la lengua, las costumbres, la religión, las tradiciones, la historia y, a menudo, un territorio común.
La Nación Ideal, surgida de la exacerbación de los sentimientos románticos, nacionalistas y folkistas, se concibió como una entidad homogénea que, en su forma más radical, no aceptaba la presencia de minorías nacionales dentro de sus fronteras. Esta concepción se diferenciaba de las naciones "multinacionales" o imperios, que históricamente albergaban diversas minorías étnicas y culturales.
La Primavera de las Naciones (o Revoluciones de 1848) fue una serie de levantamientos revolucionarios que se extendieron por gran parte de Europa en 1848. Aunque no fue un movimiento literario, sus ideales se vieron reflejados en la literatura de la época. Estos movimientos, impulsados principalmente por la burguesía y las clases populares, exigían sufragio universal, libertad de prensa y libertad de asociación, desafiando a los regímenes conservadores. Estos sucesos tuvieron un impacto significativo y trascendieron las fronteras nacionales.
El Período de la Restauración y el Congreso de Viena
Tras la caída de Napoleón Bonaparte y el fin de las Guerras Napoleónicas (que marcaron el cierre de la era revolucionaria francesa), las potencias conservadoras europeas se propusieron restaurar el orden y recuperar el poder perdido. Su objetivo principal era retornar al statu quo ante bellum, es decir, al equilibrio de poder y a las estructuras políticas y sociales previas a la Revolución Francesa, anulando los logros revolucionarios y restableciendo las características del Antiguo Régimen.
El Congreso de Viena (1815)
Para lograr estos fines, se reunieron en el Congreso de Viena en 1815, con los siguientes objetivos fundamentales:
- Restablecer y consolidar los regímenes monárquicos absolutos en Europa.
- Superar la crisis económica y la inestabilidad generadas por las prolongadas guerras napoleónicas.
- Contener el avance de los movimientos liberales y democráticos que amenazaban el orden tradicional.
- Fortalecer la Iglesia y restaurar los valores de la tradición y la religión como pilares de la sociedad.
- Mitigar la crisis social derivada de la transición de una sociedad agrícola-feudal a un sistema capitalista industrial.
Reflexión sobre el Folkismo y el Nacionalismo
Este pasaje parece ilustrar un ejemplo de devoción patriótica. Si interpretamos "papa" como "padre", la historia de un padre orgulloso de su hijo que va a la guerra para defender a su pueblo se conecta directamente con los principios del folkismo y el nacionalismo. El folkismo promueve el amor profundo por el pueblo y sus raíces, mientras que el nacionalismo impulsa la lealtad y defensa de la nación. El acto del soldado, al defender su tierra, encarna estos sentimientos de amor a la patria y sacrificio por la comunidad nacional.