Rousseau y Kant: Pilares de la Filosofía Moderna en Ética y Política
Clasificado en Filosofía y ética
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Jean-Jacques Rousseau: La Naturaleza Humana y el Contrato Social
Rousseau sostiene que el ser humano, en su estado natural, era inherentemente bueno, libre e igual, guiado por el amor de sí (autoconservación) y la piedad (empatía). Sin embargo, con la aparición de la propiedad privada y el desarrollo de la sociedad, surgen la desigualdad, el egoísmo y el amor propio (vanidad y deseo de reconocimiento). La cultura y el progreso, lejos de mejorar moralmente al ser humano, lo han corrompido.
Dado que no es posible regresar al estado natural, Rousseau propone un nuevo contrato social. En este pacto, el pueblo cede su libertad natural para adquirir una libertad civil y moral. Este acuerdo da origen a la voluntad general, que representa el bien común y no la suma de voluntades individuales. Solo es legítimo el gobierno que obedece esta voluntad. La soberanía reside en el pueblo y es indivisible e inalienable. Rousseau defiende una democracia directa y participativa, fundamentada en los principios de libertad, igualdad y el interés general.
Immanuel Kant: Ética, Conocimiento y los Límites de la Razón
La Ética Kantiana: El Deber y el Imperativo Categórico
Kant rechaza las éticas basadas en la felicidad o en las consecuencias (éticas teleológicas) porque considera que no son universales ni autónomas. En su lugar, propone una ética formal, deontológica y autónoma, donde la moralidad de una acción reside en la intención y en el cumplimiento del deber, independientemente de sus resultados.
El imperativo categórico es el principio supremo de la moralidad y se formula de diversas maneras. Las dos más conocidas son:
- Fórmula de la Universalidad: "Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal." (Actúa de tal modo que tu acción pueda ser una norma válida para todos).
- Fórmula de la Humanidad: "Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre a la vez como un fin y nunca meramente como un medio." (Trata a las personas como fines en sí mismas, no solo como instrumentos).
Para Kant, la moral debe ser universalmente válida y surgir de la autonomía de la voluntad racional.
Postulados de la Razón Práctica
Para que esta ética sea posible y tenga sentido, Kant establece tres postulados de la razón práctica, que son condiciones necesarias para la moralidad, aunque no puedan ser demostradas teóricamente:
- Libertad: La capacidad de elegir moralmente, de actuar por deber y no por inclinación. Sin libertad, no hay responsabilidad moral.
- Inmortalidad del Alma: La posibilidad de alcanzar la perfección moral (la santidad), que no es lograble en esta vida finita.
- Existencia de Dios: La garantía de una unión final entre virtud y felicidad (el sumo bien), que no siempre se da en el mundo empírico.
La Epistemología Kantiana: El Idealismo Trascendental
En su obra cumbre, la Crítica de la razón pura, Kant aborda la pregunta fundamental de si la metafísica puede ser una ciencia. Frente a las posturas del empirismo (que enfatiza la experiencia) y el racionalismo (que prioriza la razón), Kant defiende el idealismo trascendental.
Según esta doctrina, solo podemos conocer los fenómenos (la realidad tal como se nos aparece, estructurada por nuestras facultades cognitivas), pero no los nóumenos (las "cosas en sí"), que permanecen fuera de nuestro alcance cognitivo.
El conocimiento humano se origina en dos fuentes fundamentales:
- La Sensibilidad: Es la facultad que capta los datos brutos de la experiencia (intuiciones sensibles) y los organiza mediante las formas a priori del espacio y el tiempo. Esto permite la percepción y la intuición de los objetos.
- El Entendimiento: Es la facultad que piensa esos datos sensibles, unificándolos y estructurándolos mediante las categorías o conceptos puros (como causalidad, sustancia, unidad, pluralidad). Estas categorías son condiciones a priori del conocimiento y hacen posible un conocimiento universal y necesario, como el de la ciencia. Las categorías estructuran nuestras experiencias y las transforman en conocimiento coherente.
Kant concluye que la razón, al intentar conocer lo absoluto (ideas de alma, mundo, Dios) y aplicar las categorías a lo que no es fenómeno, cae inevitablemente en errores y contradicciones (antinomias). Por esta razón, la metafísica tradicional no puede ser una ciencia en el mismo sentido que las matemáticas o la física.
Aun así, las ideas metafísicas (alma, mundo, Dios) tienen un valor regulativo y práctico en el ámbito moral. Nos sirven para guiar nuestras acciones hacia el bien, establecer ideales de perfección y dar sentido a las cuestiones éticas fundamentales de la vida humana, aunque no nos proporcionen conocimiento teórico sobre ellas.