Rusia Zarista a principios del Siglo XX: Crisis y Oposición
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Un gigante con pies de barro
Un Imperio atrasado y autocrático
A principios del siglo XX, el Imperio regido por Nicolás II era un gigante con pies de barro. El zar gobernaba sobre un territorio inmenso y muy poblado, pero este vasto imperio constituía uno de los Estados más atrasados de Europa.
En el ámbito político, Rusia continuaba siendo una autocracia: el zar gobernaba directamente el imperio y no estaba sujeto a ninguna Constitución, ni tenía que rendir cuentas ante ningún Parlamento.
Los partidos políticos estaban prohibidos y una eficaz policía reprimía cualquier oposición.
La economía
La economía rusa se sostenía en una agricultura técnicamente muy atrasada y con una baja producción que a duras penas conseguía alimentar a toda la población. La moderna industrialización y el capitalismo solo habían aparecido en la parte occidental del Imperio.
La sociedad
La sociedad era una de las más desiguales de Europa. En la cúspide se hallaba la nobleza, propietaria de la mayor parte de la tierra, que ostentaba sus riquezas y su vida lujosa.
En el otro extremo estaban los campesinos, que eran la mayoría de la población. Vivían en condiciones de pobreza, sometidos a un duro ritmo de trabajo y la mayoría eran analfabetos. En medio de ambos estaban los kulaks, medianos propietarios que se enriquecieron acumulando tierras.
En las ciudades industriales se había concentrado un importante contingente de obreros. Muchos eran antiguos campesinos que habían emigrado en busca de trabajo huyendo de la miseria.
La mayoría trabajaba en grandes empresas, percibía salarios bajos y vivía en condiciones precarias. La débil industrialización comportaba que la burguesía fuese escasa y tuviera poca influencia en los ámbitos del poder.
La oposición al zarismo
Desde finales del siglo XIX se había desarrollado una creciente oposición a la autocracia zarista y a sus arcaicas estructuras sociales, que había adquirido fuerza entre el campesinado y el proletariado.
Los primeros opositores eran conocidos como populistas y propugnaban la destrucción del zarismo y la construcción de un socialismo de base agraria. Entre ellos arraigó el anarquismo. Una de sus organizaciones era Tierra y Libertad que propugnaba el reparto de la tierra entre los campesinos y defendía la acción contra la autocracia.
A principios del siglo XX se creó el Partido Socialista Revolucionario que tenía una gran influencia sobre los campesinos porque defendían la necesidad de expropiar la tierra de los terratenientes. El desarrollo del proletariado comportó la difusión del marxismo y en 1898 se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso.
En 1904 este partido se escindió en dos alas: bolchevique, con Lenin como líder, y menchevique. El segundo constituía un partido de masas que seguía las directrices de la II Internacional, mientras los primeros propugnaban un nuevo tipo de partido más minoritario, integrado por una élite de revolucionarios dispuestos a tomar el poder por la fuerza.
La revolución de 1905
En enero de 1905 estalló un movimiento revolucionario en San Petersburgo, la capital del Imperio. Una gran manifestación ante el Palacio de Invierno, donde estaba el zar, protestó contra el despotismo y la injusticia social y demandó mejoras en las condiciones de vida de la población y la celebración de una Asamblea Constituyente elegida por el pueblo. La protesta fue reprimida por el ejército y provocó más de 300 muertos y mil heridos (Domingo Sangriento).
La revolución obligó al zar a emprender algunas reformas económicas y políticas que anunció en el Manifiesto de Octubre en el que se comprometía a respetar las libertades públicas. El zar convocó una Duma y el ministro Pyotr Stolypin propuso una reforma agraria con el objetivo de mejorar la producción agrícola.
La creación de la Duma propició el surgimiento de partidos liberales de composición burguesa. El Partido Octubrista defendía una monarquía constitucional y apoyó las reformas propuestas por el zar. El Partido Democrático Constitucional representaba a las clases medias y proponía una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal que determinase la forma del Estado ruso.