Los Sacramentos de la Reconciliación y el Orden Sacerdotal en la Fe Católica

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El Sacramento de la Reconciliación o Penitencia

La Reconciliación es el sacramento a través del cual recibimos el perdón de los pecados y recuperamos la vida de gracia. Como todo pecado es una ofensa a Dios, solo Él puede perdonarnos, devolviéndonos su amistad y, con ella, su gracia. El pecado no solo supone un perjuicio personal, sino también una ruptura con la Iglesia. Esta doble reconciliación, con Dios y con la comunidad eclesial, es la que nos alcanza el sacramento de la Reconciliación.

Actos del Penitente

  • Examen de conciencia: Consiste en revisar nuestro interior para reconocer los pecados cometidos.
  • Arrepentimiento (Contrición): Es el dolor por haber ofendido a Dios. Si la pena es por haber ofendido a Dios, a quien amamos sobre todas las cosas, tenemos una contrición perfecta. Si nace del temor al castigo o por la fealdad del pecado, se trata de una contrición imperfecta (o atrición).
  • Propósito de enmienda: Tener la firme resolución de no volver a caer en los pecados y evitar las ocasiones que nos llevan a ellos.
  • Confesión de los pecados: Decir con claridad y sinceridad todos los pecados mortales al sacerdote.
  • Cumplir la penitencia: Realizar el acto de reparación o satisfacción (como oraciones o obras de caridad) que el confesor impone para reparar el daño causado.

La Acción de Dios a través del Ministro

El ministro de este sacramento, ya sea el obispo o el presbítero, actúa en nombre de Cristo y de la Iglesia. Es Cristo mismo quien, a través del sacerdote, concede el perdón mediante la fórmula sacramental de la absolución.


El Sacramento del Orden Sacerdotal

El sacerdote es un mediador entre Dios y los hombres. El único y sumo sacerdote de la Nueva Alianza es Jesucristo, el mediador definitivo, quien ha hecho de su Iglesia "un reino de sacerdotes para su Dios y Padre".

Por ello, toda la comunidad de los creyentes es sacerdotal. Esto se manifiesta en dos formas:

  • Sacerdocio común o universal: Propio de todos los fieles bautizados.
  • Sacerdocio ministerial: Es el sacramento por el cual Cristo no cesa de construir y conducir a su Iglesia. A través de la vocación de algunos miembros, el Orden Sacerdotal está al servicio del sacerdocio común y se orienta al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos.

Representación de Cristo y la Iglesia

En el servicio eclesial del ministerio del Orden, es Cristo mismo quien está presente en su Iglesia como cabeza de su cuerpo. El sacerdote representa a Cristo y a su Iglesia, y es a través de su ministerio que se ofrece el sacrificio eucarístico.

Los Tres Grados del Sacramento del Orden

Este sacramento se confiere en tres grados distintos:

  • Episcopado: Confiere la plenitud del sacramento del Orden. Otorga la función de santificar, enseñar y gobernar. Los obispos son sucesores de los apóstoles y actúan como sacerdotes, maestros y pastores.
  • Presbiterado: Los presbíteros (o sacerdotes) son colaboradores de los obispos y partícipes de su consagración y misión.
  • Diaconado: Los diáconos reciben el sacramento del Orden para el servicio. Su función es asistir al obispo y a los presbíteros en la celebración de los sagrados misterios, sobre todo en la Eucaristía, y en la distribución de la Comunión.

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