Salmo 114: Éxodo, Milagros y Alabanza a Yahvé

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El Salmo 114 está compuesto por cuatro estrofas, cada una de ellas un cuarteto, lo que coincide con su estructura interna.

Cada estrofa desarrolla un eje temático específico:

  1. Primera Estrofa: La salida de Egipto hacia la tierra prometida.
  2. Segunda Estrofa: Narración de los milagros ocurridos durante el viaje.
  3. Tercera Estrofa: Preguntas dirigidas a la naturaleza, que se ha conmovido ante los milagros de Yahvé.
  4. Cuarta Estrofa: Exhortación de la naturaleza a Yahvé.

Se atribuye la autoría al Rey David, poeta y músico, figura clave en la unificación del pueblo hebreo.

Este salmo narra la historia del pueblo hebreo y es un himno de alabanza, que motiva al pueblo a alabar a Yahvé y agradecer los beneficios recibidos.

“¡Aleluya!”: El salmo comienza con la palabra “aleluya”, que significa alabar a Yahvé, indicando su naturaleza de alabanza. Los versos 1 y 2 presentan un paralelismo sinonímico, expresando la misma idea de diferentes maneras.

“Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob del pueblo extranjero”

El uso del nombre Israel, uno de los patriarcas, es una referencia bíblica común para referirse al pueblo hebreo. Los hebreos permanecieron aproximadamente 400 años en Egipto.

“Pueblo extranjero”: Este término, equivalente a “pueblo bárbaro”, se utiliza para marcar la diferencia entre el pueblo hebreo, elegido por Yahvé, y otros pueblos.

“Se hizo Judá su santuario, e Israel su señorío” Esta frase hace referencia a la división del reino, sugiriendo que el salmo fue escrito después del Cisma, posterior a David. El reino se dividió en: Judá al sur, que mantuvo la dinastía de David y era el centro religioso, e Israel al norte, que formó alianzas con pueblos extranjeros y estableció su capital en Samaria.

“El mar lo vio, y huyó”

Esta línea alude al momento en que Moisés abrió las aguas del Mar Rojo para que el pueblo hebreo pudiera pasar, liberándolos y demostrando el poder de Yahvé. En este camino, Yahvé entregaría las tablas de la ley.

Se utiliza la prosopopeya (personificación), atribuyendo una actitud humana al mar. La naturaleza se somete a la voluntad de Yahvé, quien gobierna el universo.

“El Jordán se volvió atrás”:

Esta referencia alude al cruce del río Jordán con el arca de la alianza, siguiendo las instrucciones de Yahvé a Josué. Las aguas se detuvieron, permitiendo el paso del pueblo.

El retroceso del río se presenta como un acto voluntario.

“Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos” Esta imagen se relaciona con el momento en que Moisés ascendió al monte para recibir las tablas de la ley, donde Yahvé se manifestó haciendo temblar los montes.

Las preguntas que siguen remiten a las reacciones de la naturaleza mencionadas.

“A la presencia de Yahvé tiembla la tierra”: Se utiliza la prosopopeya, presentando el temblor como una respuesta voluntaria a la presencia divina. Este milagro muestra la grandeza de Yahvé.

“El cual cambió la peña en estanque de agua, y en fuente de aguas la roca” Esta referencia al éxodo alude a la travesía por lugares desérticos, donde la falta de agua generó crisis de fe. Josué, por mandato de Yahvé, tocó una piedra de la que brotó un manantial, fortaleciendo la fe y demostrando el poder de Yahvé, además de fortalecer el nacionalismo religioso.

El cierre del salmo se realiza a través de un paralelismo sinonímico, repitiendo la misma idea de diferentes maneras.

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