San Agustín de Hipona: Neoplatonismo, Cristianismo y la Caída del Imperio Romano
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Vida y Obra de San Agustín
En Cartago estudió retórica y allí descubrió la filosofía. Decidió, entonces, buscar la sabiduría. La buscó primero en el cristianismo: para los cristianos del siglo IV, Cristo era la sabiduría de Dios. Pero la lectura de la Biblia le decepcionó. En 383, Agustín marchó a Roma como profesor de retórica y después a Milán. Allí volvió a Cicerón y, a través suyo, al escepticismo de la Academia Nueva. Además, conoció los escritos de **Plotino**. En ellos descubrió algo fundamental: **Dios y el alma son realidades inmateriales**.
La conversión filosófica de Agustín al **neoplatonismo** introduce el **inmaterialismo** en la filosofía posterior. El neoplatonismo permitirá a Agustín explicar la existencia del mal. Las cosas ni son absolutamente ni no son absolutamente. Existen porque tienen el ser de Dios, no son absolutamente porque no son lo que es Dios. Las cosas tienen un grado de bondad, pero son corruptibles. Todo lo que existe es bueno, el mal no es sino una privación del bien.
Contexto Histórico: El Bajo Imperio Romano y el Auge del Cristianismo
Si se sitúa en el año 476 la caída del Imperio Romano como el inicio de la Edad Media, el Imperio Romano de Oriente continúa hasta la caída de Constantinopla, fecha que se usa como fin de la Edad Media y el inicio del Renacimiento. El Bajo Imperio Romano es el período histórico que se extiende desde Diocleciano hasta 476, periodo denominado **Pax Romana**.
En el siglo III, el imperio había cesado su expansión y el estado llano contaba con riquezas. La crisis económica se caracterizaba por una gran inflación y un declive de la agricultura. Durante los siglos II y III se produjeron grandes cambios religiosos. El desorden y la inseguridad de la época provocaron la retirada hacia la vida interior.
El Cristianismo en el Imperio Romano
El cristianismo poseía una fuerte carga revolucionaria: oponía el reino de Dios al reino de César. Además, el cristianismo se consideraba depositario único de la verdad. Extraños ideológicamente para los romanos, esto explica en parte las persecuciones del imperio hacia el cristianismo.
Roma toleró los cultos de los pueblos conquistados. El cristianismo se extendía rápidamente y no sólo entre las clases bajas. No era el credo tradicional de un pueblo conquistado. No estaba claro si debería ser tolerado o perseguido. En 313, **Constantino** emitió el **Edicto de Milán**, una declaración de libertad de culto que restituyó todos los bienes confiscados a los templos cristianos.
La Ética Cristiana y el Imperio
La ética de Jesús incluía mandatos como el de amar al enemigo y perdonar a los que nos han causado ofensas. **Agustín de Hipona** fue uno de los primeros que intentó conciliar las enseñanzas de Jesús con la defensa de un imperio que, en buena medida, era cristiano.