San Manuel Bueno, Mártir: Fe y Existencialismo en la Obra de Unamuno
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San Manuel Bueno, mártir es una novela escrita por Miguel de Unamuno, encuadrada dentro de las novelas que él llamó "nivolas" sobre preocupaciones existenciales de la vida. Fue terminada en 1930.
Contexto Histórico
El contexto histórico de la obra corresponde con el final del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, una etapa de grave crisis que coincide con el final del imperio colonial español tras la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Es lo que se ha denominado "el desastre de 1898", que provocó en España una gran indignación y protesta que se manifestó a través de la literatura.
En esta época se desarrollan dos movimientos:
- El modernismo, que se inicia en América y suponía la renovación del panorama literario anterior.
- La Generación del 98, que surge en España. El término fue aplicado por Azorín a una serie de autores que buscan analizar las causas de la situación española e intentar encontrar soluciones.
Este último movimiento recoge dos tendencias: la referencia simbolista francesa y la referencia ideológica alemana, cuyo lenguaje aporta un carácter impresionista en las descripciones de la naturaleza y el paisaje castellano.
Argumento y Personajes
El argumento gira en torno a San Manuel, párroco de Valverde de Lucerna. Todos los del pueblo le adoran y le consideran santo por su gran labor hacia los demás. Ángela Carballino cuenta la historia en primera persona, dándose cuenta de que algo torturaba interiormente al religioso.
Con la vuelta de su hermano Lázaro de América, en principio muy anticlerical, este acaba teniendo una gran admiración por San Manuel cuando este le confía su secreto: su ausencia de fe en Dios y en la resurrección de la carne. El párroco finge ante sus fieles para mantener en ellos la paz que da la creencia en la otra vida. Lázaro confía el secreto a su hermana, que lo mantendrá después de la muerte de su hermano y la de San Manuel. Ángela acabará preguntándose sobre la creencia y sobre si lo que ha ocurrido fue solo un sueño.
Simbolismo y Temas Principales
Llama la atención cómo Unamuno cuestiona la fe y la existencia de Dios. Para ello utiliza a menudo los símbolos de la montaña y el lago. Primero, como símil hacia su persona y, después, como metáfora que nos plantea el sentimiento trágico de la vida, cuyo mayor delito, como decía Calderón de la Barca, es haber nacido.
El símil hace referencia a San Manuel como líder en esa montaña de fe que unía al pueblo, pero que se zambullía en un lago de dudas cuando hacía referencia a su fe en la otra vida. Sin embargo, se aprecia muy bien cómo Unamuno defiende que ante la duda es mejor seguir la fe cristiana de amor al prójimo, que se refleja perfectamente en el símil de la nieve.
La nieve es transitoria, como la vida misma, pero los copos que caen sobre la montaña se unen y forman una manta que da la apariencia de perdurar. En contraste, los que caen sobre el lago se disuelven inmediatamente. Así es la vida en el pueblo: con fe forma una montaña en colectividad; sin fe los hombres se pierden sin dejar huella. La nieve es niveladora de lo pobre con lo rico, de lo vivo con lo muerto, etc. El misterio de esta es el misterio de la fe que puede vencer hasta la amenaza de la muerte.
También destacan los dos Valverdes de Lucerna: uno terrenal apoyado por la fe de San Manuel y otro sumergido en el lago, donde Unamuno identifica que está la actualidad, en duda, como también lo está el destino y la existencia de las almas de nuestros antepasados.
Conclusión
Por todo ello, podemos concluir que se trata de una novela con intención crítica y didáctica sobre la fe y el valor de la creencia en Dios.