Santa Teresa de Jesús: La Oración como Vínculo de Amistad con Dios
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"Tratar de amistad con Dios, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" - Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa, en esta frase, define la oración como un acto de amistad con Dios. Un diálogo íntimo y personal con aquel que sabemos que nos ama incondicionalmente.
La Oración: Un Camino Universal hacia Dios
El modo más sencillo y universal para relacionarse con Dios es mediante la oración personal. Se trata de una relación de persona a persona que se estimula por el amor. La oración es una experiencia universal presente en todos los pueblos y religiones. Busca la relación del hombre con Dios. A través de la creación, Dios llama al hombre desde la nada a la existencia, y el hombre es capaz de reconocer a Dios, incluso después del pecado original. La oración es el resultado del conocimiento y reconocimiento de Dios creador, que se adquiere a medida que el hombre desarrolla su conocimiento. Cuando el hombre se conoce a sí mismo, reconoce sus límites y sus necesidades, abriéndose a Dios en busca de solución. La primera reacción al descubrir al creador es llamarle, comunicarse con él. El hombre es un ser racional y, además de relacionarse con Dios mediante la oración, también se relaciona con el mundo y con otros seres humanos.
Las Relaciones Humanas: Concupiscencia y Benevolencia
La primera relación, la más inmediata, es la del hombre con las cosas que le rodean. El hombre se relaciona con ellas buscando su propio bien, satisfaciendo sus apetencias y necesidades. A esto se le llama concupiscencia, que se define como la actitud de quien solo mira por sí mismo y utiliza a las personas o a Dios para su propio beneficio.
La otra relación es la que establece el hombre con las personas. Dada la dignidad de todo ser humano, la relación con sus semejantes no puede consistir en la búsqueda del propio bien a costa del bien de los demás. Esta relación busca el bien de la persona amada, un amor entre el "yo" y el "tú", el bien del que tienes enfrente (amor generoso), dar sin esperar nada a cambio, incluso con sacrificios. A este amor se le llama benevolencia. Esta búsqueda del bien del otro hace al hombre más generoso, más justo y más dueño de sí mismo.
La Relación con Dios: Camino hacia la Humanización
Esta perspectiva nos lleva a comprender la importancia de la relación del hombre con Dios, en concreto con las personas divinas. En otras palabras: el hombre se humaniza y madura al relacionarse con Dios y expresa ese tipo de relación en el trato con los hombres. La creencia en Dios lleva a mejorar las relaciones con los hombres y a no discriminar a nadie por el color de su piel, por su procedencia social o por sus convicciones religiosas.