Santo Tomás de Aquino: Existencia y Esencia de Dios
Clasificado en Filosofía y ética
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Santo Tomás aborda a Dios desde la perspectiva de la existencia hasta la esencia. En lo referente a la existencia, Santo Tomás se plantea dos preguntas fundamentales: ¿es necesario demostrar la existencia de Dios? y ¿es posible demostrarla?
La Existencia de Dios: Necesidad de Demostración
En la Suma Teológica, Santo Tomás recoge tres posturas: la de Juan Damasceno, la de San Anselmo y la del Evangelio de San Juan, que argumentan que la existencia de Dios es evidente, por lo que no es necesario demostrarla. Santo Tomás refuta estas posturas, argumentando que la existencia de Dios no es evidente para todos, que hay un salto ilícito de lo ideal a lo real y que es necesario demostrar la existencia de las verdades universales.
Las Cinco Vías: Demostración de la Existencia de Dios
Para la demostración de la existencia de Dios, Santo Tomás se vale de las Cinco Vías, sintetizadas por él, pero no originales de él, con demostración quia a posteriori (del efecto a su causa) y basadas en el principio de causalidad.
Primera Vía: El Movimiento
La primera vía, del movimiento, establece que todo lo que se mueve ha de ser movido por algo, pero ante la imposible situación de una sucesión infinita de motores móviles, ha de existir un primer motor inmóvil: Dios. El origen de esta prueba es Aristóteles.
Segunda Vía: La Causalidad Eficiente
La segunda vía, de la causalidad eficiente, argumenta que todo es causado por algo, nada puede causarse a sí mismo (causa sui), por lo cual es necesario un primer ser incausado, ya que ni siquiera Dios puede ser causa sui, que es Dios. El origen de esta prueba son Aristóteles, Maimónides y Avicena.
Tercera Vía: La Contingencia
La tercera vía, de lo posible o lo contingente, explica que todo lo contingente no fue y no será. Si todo fuera contingente, en un momento nada existió, y puesto que existen cosas, es necesaria la existencia de un ser necesario por sí mismo: Dios. El origen de esta prueba son Maimónides y Avicena.
Las tres primeras vías constituyen la prueba cosmológica.
Cuarta Vía: Los Grados de Perfección
La cuarta vía, de los grados de perfección, explica la percepción del ser humano de lo bueno y perfecto, que proviene de un ser que es a su vez infinito y perfecto: Dios. El origen de la prueba son Platón y San Agustín.
Quinta Vía: El Orden del Universo
La quinta vía, del orden del universo, explica que todo lo que existe tiende a un orden, por lo cual es necesaria una inteligencia ordenadora: Dios. Esta vía constituye la prueba teológica.
La Esencia de Dios
En lo referente a la esencia, Santo Tomás argumenta que, como Dios es infinito y perfecto, no podemos conocerla, pero sí aproximarnos con la vía negativa (Dios no es compuesto ni generado, solo simple, infinito, inmutable, perfecto y bueno) y la vía positiva (Dios es la perfección de las criaturas).