Santo Tomás de Aquino: Metafísica, Ontología y Creación en la Filosofía Escolástica
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Santo Tomás es el máximo representante de la filosofía de la Edad Media. Su pensamiento se desarrolla en la época de la Escolástica.
Metafísica (Ontología y Creación)
Influenciado por Aristóteles y Platón, Santo Tomás considera la metafísica como la ciencia del "ser en cuanto ser" y la ciencia de las primeras causas y principios del ser. Acepta la teoría de las cuatro causas, la teoría de la sustancia y la teoría del acto y la potencia. Además, introduce una nueva estructura metafísica: la distinción entre esencia y existencia.
Según Santo Tomás, la esencia de los seres contingentes comprende también la materia, mientras que la esencia de los seres espirituales se identifica exclusivamente con la forma. Se establece, por lo tanto, una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo del mundo una realidad contingente que debe su existencia a Dios, único ser necesario.
La esencia es potencia en relación con la existencia, y la existencia es acto de la esencia.
La Creación según la Ontología Tomista
La ontología tomista trata de explicar el tema de la creación, es decir, la relación existente entre lo finito y lo infinito. Considera que la realidad ha sido creada porque Dios crea voluntariamente el mundo por un acto de amor y generosidad. Dios es creador porque otorga la existencia y es arquitecto porque diseña la esencia de las criaturas creadas.
La diferencia entre la esencia y la existencia nos permite distinguir dos tipos de seres:
- Seres contingentes: Pueden o no existir. Reciben la existencia de otro ser y son seres en potencia de existir. Serían todos los seres creados, que reciben la existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la existencia de Dios.
El mundo creado está jerarquizado en función del grado de participación de la esencia de Dios:
- Seres inmateriales: Ángeles y alma, que son pura forma.
- Seres materiales: Cuerpo humano, animales, vegetales y seres inertes, cuya esencia está compuesta de materia y forma.
De esto se deduce una nueva relación entre Dios y los seres creados: la relación de causalidad. La contingencia reclama la causalidad. Debe existir una causa de los seres contingentes, ya que estos no pueden ser causa de sí mismos. La causa es Dios.