Santo Tomás de Aquino: Síntesis Filosófica Medieval y Contexto Histórico del Siglo XIII
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Contexto Histórico y Filosófico de Santo Tomás de Aquino
El Siglo XIII: Apogeo de la Europa Medieval
Santo Tomás de Aquino representa la cima de la filosofía medieval. Su obra, de proporciones gigantescas, constituye una síntesis del pensamiento filosófico desarrollado desde San Agustín, integrándolo con las ideas de Aristóteles, recientemente introducidas a través de los comentaristas árabes. La tarea era monumental: armonizar el cristianismo, de naturaleza platónica, con el empirismo aristotélico.
Históricamente, el siglo XIII marca el momento de mayor florecimiento de la Europa medieval. Se destaca el incremento en las traducciones de filósofos griegos, judíos y árabes, incluyendo las obras de Aristóteles y Platón que se habían perdido. Los árabes no solo recuperaron y tradujeron estas obras, sino que también las comentaron y profundizaron en ellas, formulando diversas interpretaciones.
La Sociedad Medieval: Feudalismo y Escolástica
Tras el colapso de la organización política de Roma, se produce una reestructuración social que desemboca en el feudalismo. La sociedad se organiza de manera piramidal, con relaciones de dependencia personal (vasallaje) que se extienden desde la cúspide (el rey con los nobles) hasta la base (los campesinos y los siervos). Esta dependencia tiene dos vertientes: el vasallo ofrece al señor fidelidad, trabajo, ayuda y diversas prestaciones, mientras que el señor, a cambio, proporciona cierta protección y seguridad.
Paralelamente, surge la escolástica, cuyo desarrollo refleja el intento de sintetizar todas las disciplinas a la luz de la teología. El método clásico de la enseñanza escolástica se basa en la lectio (comentario de textos) y la quaestio (discusión a partir de argumentos opuestos sobre una misma cuestión).
El Debate de los Universales
En el contexto filosófico, destaca el tema de los universales, una de las principales preocupaciones de la época. La cuestión central es la pregunta sobre el tipo de realidad que subyace a una expresión universal. Aunque Platón y Aristóteles ya habían reflexionado sobre este tema, los escolásticos reconocían distintas posibilidades de respuesta:
- Realismo: Corresponde a una posición de tipo platónico que afirma la existencia real de las ideas. Según esta postura, el universal es una esencia o una sustancia separada del individuo singular y existe independientemente de la experiencia humana.
- Conceptualismo: Admite la existencia en nosotros de conceptos abstractos y universales, pero sostiene que no sabemos si los objetos mentales tienen o no algún fundamento fuera de nuestras mentes.
- Nominalismo: Modela el concepto sobre el objeto externo, que sostiene que es individual y particular. El nominalismo, por consiguiente, niega la existencia de conceptos abstractos y universales, y rechaza admitir que el intelecto tenga la facultad de engendrarlos. Por lo tanto, no existe la humanidad, sino seres humanos concretos.