La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto: Causas y Consecuencias
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La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto
La Alemania nazi y el Imperio japonés desataron la Segunda Guerra Mundial con la intención de establecer, mediante la conquista militar, un dominio permanente sobre Europa y Asia, respectivamente. Estos dos países eran los miembros más importantes de la alianza del Eje, que estaba basada en el anticomunismo y la insatisfacción con el orden mundial después de la Primera Guerra Mundial.
Bajo el liderazgo del dictador Adolf Hitler, la Alemania nazi buscaba la adquisición de un vasto y nuevo imperio de "espacio vital" (Lebensraum) en Europa Oriental y en la Unión Soviética. El liderazgo nazi calculaba que la concreción de la hegemonía alemana en Europa demandaría entablar una guerra y comenzó a planificar una guerra europea a partir del día en que los nazis llegaron al poder a fines de enero de 1933.
El Imperio japonés seguía una política de conquistas militares que gozaba del apoyo de su emperador, la cúpula militar y muchos miembros de la élite culta que buscaban el dominio y la influencia de Japón en todo el este asiático y el Océano Pacífico. En 1936, Alemania y Japón formaron un frente anticomunista que apuntaba a la Unión Soviética. Ese mismo año, la Italia fascista y la Alemania nazi formaron la alianza del Eje, poco después de que Italia concretara su brutal y exitosa conquista de Etiopía.
Japón inició su política de conquistas militares invadiendo el territorio chino de Manchuria en septiembre de 1931. Seis años más tarde, en julio de 1937, Japón invadió a la propia China y así desató la Segunda Guerra Mundial en Asia.
Después de incorporar a Austria y las tierras de los checos sin tener que recurrir a la guerra en 1938 y 1939, y habiéndose asegurado la neutralidad de la Unión Soviética, gobernada por el dictador Joseph Stalin, mediante un pacto de no agresión, Alemania invadió Polonia. La invasión del 1 de septiembre de 1939 inició la Segunda Guerra Mundial en Europa. Como habían permitido que la Alemania nazi destruyera el estado checoslovaco de entreguerras, Gran Bretaña y Francia habían garantizado la integridad de las fronteras de Polonia en abril de 1939. Entonces respondieron a la invasión alemana de Polonia declarándole la guerra a Alemania el 3 de septiembre. En un mes, las fuerzas alemanas y soviéticas conquistaron Polonia y dividieron el estado polaco.
La decisión nazi de llevar a la práctica el genocidio (Holocausto) fue tomada entre finales del verano y principios del otoño de 1941, y el programa genocida alcanzó su punto culminante en la primavera de 1942. Desde finales de 1942, las víctimas eran transportadas regularmente en trenes de carga, especialmente conducidos a campos de exterminio donde, si sobrevivían al viaje, la mayoría eran asesinados sistemáticamente en las cámaras de gas.
Hablando en términos ideológicos del nacismo, se proclamaba que "el judío" constituía el origen de todos los males, en especial del internacionalismo, el pacifismo, la democracia y el marxismo, y que era el responsable del surgimiento del cristianismo, la Ilustración y la masonería. Se estigmatizaba a los judíos como "un fermento de descomposición, desorden, caos y degeneración racial", y se los identificaba con la fragmentación interna de la civilización urbana, el ácido disolvente del racionalismo crítico y la relajación moral; se hallaban detrás del "cosmopolitismo desarraigado" del capital internacional y de la amenaza de la revolución mundial.
El concepto ideológico de raza de los nazis, si bien clasificaba a los judíos como el “enemigo” prioritario, también señalaba a otros grupos para la persecución, el encarcelamiento y la aniquilación. Esos grupos comprendían a romaníes (gitanos), discapacitados, polacos, prisioneros de guerra soviéticos y afroalemanes. Los nazis también identificaron como enemigos y como un riesgo para la seguridad a los disidentes políticos, testigos de Jehová, homosexuales y presuntos antisociales, ya sea porque se oponían conscientemente al régimen nazi o porque algún aspecto de su comportamiento no se ajustaba a las percepciones nazis de las normas sociales. Buscaban eliminar a los inconformistas nacionales y a las llamadas amenazas raciales a través de una purga perpetua de la sociedad alemana.