La Segunda Revolución Industrial (1850-1914): Tecnología, Energía y el Auge del Gran Capitalismo
La Segunda Revolución Industrial y el Gran Capitalismo
La Segunda Revolución Industrial o Gran Capitalismo[1][2] fue la segunda fase de la Revolución Industrial, cuando el capitalismo maduró definitivamente como sistema económico y estableció sus "pilares fundamentales"[2]. Fue un proceso de innovaciones tecnológicas, científicas, sociales y económicas nunca antes vistas.[3]
Su comienzo suele fijarse entre 1850 y 1870,[4] momento en el cual se empieza a observar el surgimiento de nuevas y mejoradas técnicas de producción, y una nueva clase de industrias, como la industria química, eléctrica o la automovilística;[5] además de empezar a darse la industrialización en nuevos países.
Nuevas Energías e Invenciones Clave
Este periodo vio el desarrollo de nuevas formas de energía nunca antes vistas o utilizadas, como el gas o el petróleo. Debido a estos profundos cambios surgieron nuevas industrias, además de producirse una revolución científica sin precedentes,[9] que abrió nuevos campos de investigación.
Nuevas invenciones revolucionaron y caracterizaron este periodo. La aparición de nuevas máquinas e invenciones caracterizaron esta revolución[9] y sus años posteriores, incluyendo:
- El motor de combustión interna.
- El desarrollo del aeroplano y el automóvil[5] y su correspondiente comercialización.
- La producción en masa de bienes de consumo.
- La refrigeración mecánica.
- La invención del teléfono o la radio.
Revolución del Transporte
Locomotora de 1874 en el ferrocarril de Pensilvania.
Durante este periodo, el coste de los transportes experimentó un gran descenso que permitió la integración de los mercados hasta entonces muy desconectados. Esto se pone de manifiesto, por ejemplo, en el precio del trigo en Inglaterra y Estados Unidos: mientras que en 1860 el precio del trigo en Liverpool casi doblaba el del mercado de Chicago, hacia 1915 los precios eran casi iguales.
Este abaratamiento impulsó el comercio internacional, la integración de los mercados nacionales e internacionales, la unión de zonas productoras y consumidoras de todo tipo de recursos y las migraciones generalizadas de personas.
El Auge del Ferrocarril
El cambio en el ferrocarril fue espectacular y siguió siendo el medio de comunicación terrestre más utilizado. Así, mientras que en 1840 el desarrollo ferroviario era todavía escaso:
- En Europa, solo 9 países habían construido alguna línea ferroviaria, con una red en todo el continente de menos de 4.000 kilómetros.
- Solo 4 países (Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica) habían superado los 300 kilómetros.
- En Estados Unidos, en esa misma fecha, se habían construido 4.510 kilómetros.
Treinta años después, en 1870, se había consolidado este medio y se superaban en Europa los 100.000 km de extensión y en Estados Unidos 70.000 km.
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