La Segunda Revolución Industrial: Avances Tecnológicos, Impacto Económico y Social

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La Segunda Revolución Industrial: Transformación Energética e Industrial

La Segunda Revolución Industrial, un periodo de profundas transformaciones económicas y sociales, se caracterizó por la emergencia de nuevas fuentes de energía y avances tecnológicos sin precedentes.

Nuevas Fuentes de Energía y Avances Tecnológicos

La electricidad y el petróleo desbancaron al carbón como fuentes de energía predominantes. Un hito crucial fue la invención de la dinamo en 1869, que posibilitó la producción de electricidad en centrales hidroeléctricas. Posteriormente, el desarrollo del alternador y el transformador en 1897 hizo viable el transporte de corriente eléctrica a largas distancias.

La electricidad revolucionó la industria, los transportes y los sistemas de comunicación a distancia, además de transformar el ocio y la iluminación. Paralelamente, el petróleo comenzó a extraerse en EE. UU. a mediados del siglo XIX. La invención del motor de explosión permitió su uso como combustible para automóviles, mientras que la introducción del motor diésel en la navegación marítima incrementó significativamente la rapidez y capacidad de los barcos.

Impulso a la Industria y la Producción

La metalurgia adquirió un gran impulso gracias a la producción de metales como el acero inoxidable y el aluminio. La industria química, especialmente en Alemania, destacó por la creación de abonos, pesticidas y tintes, entre otros productos. Finalmente, la producción en masa de acero y cemento armado fue fundamental para la edificación de los primeros rascacielos, símbolos de la nueva era industrial.

Modelos de Producción y Concentración Industrial

A finales del siglo XIX, se consolidó la fabricación en serie con el objetivo de aumentar la productividad, disminuir el tiempo empleado y reducir los costes de fabricación.

Este nuevo método se conoció como taylorismo, un sistema de organización científica del trabajo que buscaba maximizar la eficiencia mediante la división de tareas y la especialización. Este sistema de producción nació en EE. UU., y la fábrica de automóviles Ford fue pionera en su implantación, dando origen al fordismo, que añadió la cadena de montaje y la producción masiva estandarizada.

La creciente concentración industrial dio lugar a diversas formas de organización empresarial:

  • Cártel: Acuerdos entre empresas para controlar el mercado y fijar precios.
  • Trust: Fusión de empresas bajo una dirección única para monopolizar un sector.
  • Holding: Grupo financiero que posee participaciones mayoritarias en diversas empresas para controlarlas.
  • Monopolio: Derecho exclusivo a comercializar un producto o servicio, eliminando la competencia.

La Electrificación y el Desarrollo Industrial en España

La electrificación de España se desarrolló en dos etapas principales: entre 1880 y 1914, y entre 1914 y 1930. En la primera fase, el uso de la electricidad estuvo restringido principalmente a la iluminación de viviendas, fábricas y lugares públicos. En la segunda etapa, su aplicación se extendió a la mecanización de la industria, impulsando el desarrollo productivo del país.

La difusión del petróleo como combustible y la invención del motor de explosión también tuvieron un impacto significativo en España. Una de las primeras empresas pioneras en la fabricación de automóviles en el país fue la marca Hispano-Suiza, fundada en 1904, que se convirtió en un referente de la ingeniería automotriz de la época.

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