La Segunda Revolución Industrial: Transformaciones Clave y su Impacto Global
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La Segunda Revolución Industrial: Transformación Económica y Social
La Segunda Revolución Industrial, un periodo de profundas transformaciones económicas y sociales, marcó un hito en la historia de la humanidad. Este proceso, que se extendió desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, redefinió la producción, el transporte y la vida cotidiana.
Crecimiento Demográfico y Migraciones
La mejora de la dieta y una nueva fase de crecimiento de la población europea fueron factores clave. Los progresos médicos y sanitarios hicieron posible una superación de las secuelas de la Primera Guerra Mundial. Los descubrimientos en medicina y los avances científicos consiguieron frenar las grandes epidemias. El descenso de la mortalidad, junto a la disminución de la mortalidad infantil, permitieron el aumento de la esperanza de vida. Esta caída de la mortalidad, en una época en que la natalidad se mantenía elevada, provocó una explosión demográfica europea. Este crecimiento demográfico no estuvo acompañado de un aumento paralelo de la renta por habitante y provocó numerosos desplazamientos de población, dando lugar a importantes migraciones.
Las Nuevas Fuentes de Energía
Dos nuevas fuentes de energía consiguieron destronar al carbón como principal motor industrial: el petróleo y la electricidad. Esta última presentaba numerosas ventajas: su limpieza y flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la producción. El uso de la electricidad cambió radicalmente la ubicación de las empresas y su organización interna. Además, tuvo numerosas aplicaciones:
- En las comunicaciones
- En el transporte
- En la iluminación
- En el ocio
Los Nuevos Medios de Transporte
Las nuevas fuentes de energía impulsaron una nueva revolución de los transportes, que fue un elemento esencial del crecimiento económico. Se construyeron las principales redes ferroviarias en Europa, y la electricidad permitió innovar en el transporte urbano, gracias a los tranvías y a los ferrocarriles metropolitanos. A partir de los años 70, se difundieron las mejores técnicas en la construcción de buques, y la navegación acortó la duración de los viajes. Además, se produjo la apertura de nuevos canales, facilitando el comercio global. La invención del pedal y del neumático hicieron posible la aparición de dos de los medios de transporte más populares: la bicicleta y el automóvil. El ingeniero alemán Karl Benz desarrolló el primer automóvil de gasolina, marcando el inicio de la era automotriz.
Nuevos Inventos y Nuevas Industrias
El empuje industrial de finales del siglo XIX estuvo ligado a la innovación tecnológica, que se desarrolló gracias a unas relaciones más estrechas entre la empresa y la investigación. A diferencia de la primera fase, en que los inventos fueron el fruto de iniciativas individuales, a finales del siglo XIX, el avance tecnológico pasó a ser el resultado de la cooperación de un número elevado de especialistas, agrupados en laboratorios de investigación y coordinados por ejecutivos. Como resultado, se descubrieron y produjeron nuevos materiales y productos:
- Vidrio
- Fibras artificiales
- Caucho
- Aluminio
- Tintes químicos
- Abonos químicos