Sentido del Tacto: Explorando la Piel y sus Receptores Sensoriales
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Anatomofisiología del Sentido del Tacto
El sentido del tacto nos permite percibir el contacto y las cualidades de las sustancias y objetos (presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc.). Existen receptores del tacto (terminaciones nerviosas especializadas) repartidos por todo el tejido epitelial, en la piel o en los tejidos profundos, aunque hay sectores más sensibles (punta de los dedos y lengua) al tener mayor número de receptores. Las partes más pilosas son más sensibles a la presión, siendo más delgada la piel donde hay cabello o vello. El sentido del tacto no está en la capa externa de la piel (epidermis), sino en la segunda, la dermis.
Las distintas clases de receptores se encargan de transformar los estímulos del exterior en sensaciones que se transportan a través de las fibras nerviosas al bulbo raquídeo (sensibilidad epicrítica) o a la médula espinal (sensibilidad protopática), desde donde viajan a zonas cerebrales superiores para ser información susceptible de ser interpretada por el cerebro.
Los mecanorreceptores varían por el tamaño de su campo receptivo, la persistencia de su respuesta y el margen de frecuencias al que responden.
Tipos de Mecanorreceptores
- Disco de Merkel: Se hallan en la epidermis y se encargan de recibir los estímulos del tacto y la presión ligera.
- Corpúsculo de Meissner: Son diminutos sensores del tacto fino (forma y textura de los objetos) y se encuentran en las papilas dérmicas de las partes no pilosas del cuerpo (palma de la mano y la planta del pie, sobre todo en las yemas de los dedos), labios, lengua y alrededor de los folículos pilosebáceos (pestañas, genitales externos y pezones). Las zonas erógenas y otros puntos hipersensibles responden muy rápidamente.
- Corpúsculos de Ruffini: Receptores encapsulados ubicados a cierta profundidad bajo la superficie de la piel. Responden al tacto continuo y a la presión constante de la piel; son sensores de temperatura y sus cambios. La lengua es de las zonas más sensibles al calor. El cuerpo responde inmediatamente a los cambios de temperatura y sentimos el frío con un espectro corporal más amplio que el que tenemos para sentir el calor. Muchas más mujeres que hombres sienten frío en manos y pies.
- Corpúsculo de Pacini: Son poco abundantes, aunque gruesos, se sitúan en las zonas más profundas de la piel, sobre todo en: dedos de manos y pies; pared de la vejiga, glándulas genitales y mamarias, y cerca de las articulaciones y los músculos. Responden muy deprisa a la vibración y a los cambios de presión. Informan del movimiento de las articulaciones o de los cambios de posición de los órganos cuando nos movemos. Sus estímulos duran poco y las mujeres tienen umbrales de sensibilidad más bajos a la presión (más sensibles).
- Receptor sensorial del tallo del cabello: Las terminaciones nerviosas que rodean los folículos del cabello responden al tacto y al movimiento ligero.
Dolor
Son terminaciones nerviosas especializadas, libres o asociadas a las del tacto, que responden a sensaciones extremas de temperatura y presión, y a la prostaglandina liberada por las células dañadas. Transmiten al cerebro la localización e intensidad del dolor y pueden estimular la liberación de endorfinas que bloquean el dolor.