Serenidad en Heidegger: Reflexión Meditativa vs. Pensamiento Calculador en la Era Técnica
Clasificado en Filosofía y ética
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Serenidad en Heidegger: Cuando la Reflexión Supera al Cálculo
Heidegger, en su discurso sobre la serenidad, nos invita a reconsiderar nuestra relación con el pensamiento. No renunciamos a nuestra capacidad de pensar cuando nos vemos inmersos en un mar de información y cálculos, sino que, precisamente, *podemos llegar a ser pobres e incluso faltos de pensamiento* porque el hombre, en la profundidad de su ser, posee la capacidad de pensar. Estamos destinados a pensar, poseemos "espíritu y entendimiento".
La Huida del Pensamiento Reflexivo
Existe una tendencia a huir del pensamiento profundo. Se podría argumentar que nunca antes se habían realizado planes tan vastos, estudios tan variados e investigaciones tan apasionadas como en la actualidad. Es cierto, y este tipo de pensamiento es imprescindible, pero sigue siendo un *pensar de tipo peculiar*.
El Pensamiento Calculador
Investigamos, organizamos y contamos siempre con circunstancias dadas. Las tomamos en cuenta con la calculada intención de una finalidad determinada. El pensar que cuenta, calcula, evalúa posibilidades continuamente nuevas, con perspectivas cada vez más ricas y a la vez más económicas. Este pensamiento calculador, sin embargo, corre una suerte peculiar: nunca se detiene, nunca se para a meditar.
Dos Tipos de Pensamiento: Calculador y Meditativo
Heidegger distingue dos tipos de pensamiento:
- El Pensamiento Calculador: El que se describe anteriormente, enfocado en la eficiencia, la planificación y el cálculo.
- La Reflexión Meditativa: Un tipo de pensamiento más profundo, que requiere un mayor esfuerzo y que nos conecta con nuestra esencia.
El hombre, como ser pensante y meditante, no necesita una reflexión *elevada*. Es suficiente con que meditemos acerca de lo próximo, de lo que nos rodea.
La Pérdida de Arraigo y el Espíritu de la Época
El arraigo del hombre contemporáneo está amenazado en su ser más íntimo. Esta pérdida de arraigo no es simplemente causada por circunstancias externas o por la negligencia, sino que *procede del espíritu de la época en la que a todos nos ha tocado nacer*. Olvidamos reflexionar, olvidamos preguntar.
Nadie se detiene a pensar en el hecho de que, con los medios de la técnica, se está preparando una agresión contra la vida y la esencia del ser humano. Nos encontramos tan atados a los objetos técnicos que caemos en una relación de servidumbre con ellos.
La Serenidad (Gelassenheit) como Respuesta
¿Cómo podemos relacionarnos con el mundo técnico sin ser dominados por él? Heidegger propone una actitud de "decir simultáneamente «sí» y «no»" a los objetos técnicos. Esto significa que los dejamos entrar en nuestro mundo cotidiano y, al mismo tiempo, los mantenemos fuera, es decir, no permitimos que nos definan ni que controlen nuestra existencia.
Heidegger denomina a esta actitud *Serenidad (Gelassenheit)* para con las cosas. Es una forma de relacionarnos con la tecnología de manera libre y consciente, sin caer en la trampa del pensamiento calculador ni en la negación absoluta del progreso técnico.