Simbolismo Barroco: Naturaleza, Tiempo y Muerte en el Arte y la Literatura

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La Naturaleza: Paisaje, Flores y Bodegones

La **naturaleza** se convierte en el tema principal del cuadro o texto. Dentro del paisaje, interesan dos tipos: el **jardín** y la **selva**. El jardín representa un paisaje ordenado por el hombre, propio del Renacimiento. Por el contrario, en el Barroco, la **Arcadia** adquiere un significado diferente: simboliza la pérdida del paraíso de Eva y Adán, cristianizándose, y se exalta la **selva**, alegoría de la vida laberíntica del ser humano. Un ejemplo es el soneto 'A un arroyo' de Salcedo Coronel. El tema único del poema es un arroyo, primero helado y luego fluyendo libre en primavera, que advierte sobre el **cambio del tiempo**, un tópico recurrente del Renacimiento, siempre asociado al dolor. El **bodegón** es una naturaleza muerta que representa objetos trascendentes, capturados en un instante de su condición.

El elemento de la naturaleza que más se repite es el tema de las **flores**, objeto de numerosos sonetos, silvas y cuadros. Sin embargo, como es característico del Barroco, su significado trasciende la mera representación. Las flores poseen un aspecto muy simbólico con connotación decorativa, a la que se añade un **significado oculto**, un lenguaje simbólico que, aunque no se ha perdido del todo, era plenamente comprendido en esa época. También tienen un **significado cromático**, pues en esa época incluso los matices de colores poseían diferentes interpretaciones (ej. **amarillo**: celos; **verde**: esperanza). Los caballeros se vestían con múltiples colores que simbolizaban su estado anímico. Además, simbolizaban la **destrucción del tiempo**: al amanecer están lozanas y muy pronto se marchitarán, una alegoría de la **belleza femenina efímera**. Todo esto se relaciona con el gusto barroco por el **emblema** y la **metáfora**.

El Tiempo y el Reloj

El **tiempo** se manifiesta con numerosos elementos alegóricos. Hemos visto las flores y las ruinas; además, encontramos el **reloj** y la **calavera**. Cuando encontramos estos símbolos, los identificamos con el tiempo, que se mueve y es **fugaz**. El Barroco no se centra en la vida después de la muerte, sino en la **muerte como destrucción y sufrimiento**.

El máximo emblema o símbolo del tiempo es el **reloj**. Posee un sentido real (era un objeto caro que suponía un estatus importante) y, por otro lado, un **significado alegórico**. En esta época se puso de moda el **reloj de bolsillo**, que indicaba que llevabas contigo una forma de medir el tiempo. No puedes detenerlo, pero sí medirlo, lo que te avisa de que el tiempo se te está acabando. Se convierte en un tema independiente, aunque a menudo se expone como tema secundario. Existen bastantes ejemplos, como el poema de Quevedo sobre un reloj de campanilla. También dedicó otros al reloj de sol, de vela, etc. Es símbolo de **riqueza**, **poder**, **rectitud** (asociado al buen gobierno), y, por supuesto, del **paso del tiempo** y su advertencia. Numerosos emblemas muestran el tema del reloj.

La Muerte

La **calavera** se pinta y se utiliza, incluso combinada con el reloj. Simboliza la muerte, el **_memento mori_**. Se representa en un género pictórico llamado **_vanitas_**, una serie de objetos que te muestran que vas a morir y no podrás llevarlos contigo. Cada objeto simboliza algo que la muerte nos quita: el tiempo, y todo aquello a lo que tenemos apego.

El gran artista de la _vanitas_ es **Valdés Leal**, pintor andaluz. La muestra literaria más importante es la de Shakespeare y su célebre frase: 'Ser o no ser'. En una catedral de Malta, todo el suelo está cubierto de lápidas, y en cada una de ellas hay una _vanitas_ que representa la vida que han llevado. Este tema se repite mucho en la obra de Quevedo. El tiempo, en su esencia, es la representación de **Cronos** y **Kairós**. Lo que obsesiona a los barrocos es el **fin de los instantes**.

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