Simbolismo y Desenlace en la Escena Final
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La Confrontación Final: Novia y Madre
Al final del último cuadro, aparece la Novia en casa de su Suegra. Viene de negro, un vestido que anunciaba un destino funesto y sin el azahar puesto. La corona es el símbolo del casamiento, del honor de la Novia, y no lo tiene. Empieza a dialogar con la Madre en un diálogo bastante violento. La Novia se quiere enfrentar para pedirle perdón y aclararle que, aun habiendo hecho lo que hizo y habiéndose comportado así con su hijo, jamás había perdido su virginidad. Esa preocupación que la Madre tenía quiere ser demostrada. La mujer está deshonrada, pero prefiere morir en las manos de la Madre y mostrarle que sigue siendo virgen. Y está dispuesta a que la Madre haga la prueba. Ella por su hijo, la Novia por su cuerpo.
El Simbolismo del Agua y la Pasión
En el diálogo, la Novia identifica a los hombres con el agua. El Novio es poca agua, pero clara, pura y fría. Dice que es una mujer quemada; la pasión con Leonardo es un calor constante, y esa agua fría es la que la ayudaba a soportar la llama. Lo mismo era la mujer para Leonardo. Eran objetos que soportaban la quemazón que sentían por dentro y por fuera. La pasión la estaba comiendo, y esa agua era fría. Pero era poca agua. Leonardo también es agua, pero es negra, impura; es el agua que lleva a la muerte de ambos. Leonardo es un agua que traía cosas raras. Mientras uno la podía salvar, la otra agua la ayudaba no para apagar la quemazón, sino para perder a sus dos hombres. Y esa agua mala, negra, Leonardo, es un río fatal que arrastra con todo lo que tiene en su camino. Arrastra a la Novia y arrasa con el poquito del agua del Novio. Y la Novia le dice a la Madre que ella no quería hacerlo, fue el destino que la llevó a hacerlo. Pero a la Madre no le importa. Tiene a sus hijos muertos, su familia muerta, y no va a generar descendencia. No es un consuelo.
El Desenlace y el Símbolo del Cuchillo
La Madre no acepta llorar ni matarla; dice que solo le importa que su familia está muerta. Pero termina la obra al igual que como empezó, hablando de la navaja, el cuchillo. Y es eso lo único que ambas mujeres tienen en común. El cuchillo. Dos hombres fuertes murieron por algo tan insignificante como el cuchillo. Y de alguna manera, ahora se entiende realmente el miedo a la navaja.