El Sistema Político de la Restauración Española: Caciquismo, Fraude y Crisis

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El Sistema Político de la Restauración: Caciquismo y Fraude Electoral

Ante el desgaste del partido político, el monarca destituye al jefe de Gobierno en funciones. Se convocan elecciones y el Ministro de Gobernación elabora una lista de candidatos a diputados, conocida como el encasillado, que se enviaba a los Gobernadores Civiles. Estos, a su vez, la remitían a los ayuntamientos para su revisión por los alcaldes; sin embargo, era en este punto donde se manifestaba el caciquismo.

Los caciques controlaban la vida política, económica y social en el mundo rural. Compraban votos para manipular las elecciones y favorecer al partido que debía gobernar, sin importar el resultado real de los comicios, a través del "pucherazo", una falsificación del resultado electoral. Como señaló Joaquín Costa: «en las elecciones...las clases conservadoras y gobernantes...falsifican el sufragio...para dirigir desde él a las masas».

Crítica al Sistema: Joaquín Costa y el Regeneracionismo

Joaquín Costa criticaría este sistema canovista por la exclusión política de republicanos, anarquistas, socialistas o nacionalistas, que conformaban la oposición. Esta exclusión se lograba mediante el centralismo del Estado, lo que provocó movimientos de protesta contra el sistema. Además, la estabilidad que caracterizaba esta etapa era ficticia debido a la profunda corrupción.

Por otro lado, tuvo lugar el Desastre del 98, con la pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba y Filipinas) tras la derrota en la guerra contra Estados Unidos. Este evento marcó el inicio de conflictos sociales y una profunda crisis política y económica, dando origen al Regeneracionismo, un movimiento impulsado por las muertes de Cánovas y Sagasta, y cuyo máximo representante fue Joaquín Costa.

Su finalidad era sacar a España de la precaria situación en la que se encontraba mediante la modernización. Su lema, "Despensa y Escuela", defendía que para superar la crisis era fundamental una buena educación y la erradicación de la pobreza a través de una reforma agrícola. Además, surgieron los nacionalismos periféricos (en Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía), que también contribuyeron a la crisis del sistema político.

La Estructura de Poder y el Control del Estado

La crítica de Joaquín Costa al caciquismo y a la falsificación electoral también identificaba a los integrantes del sistema de gobierno que controlaban la nación. En el ámbito urbano, el poder lo ostentaban los oligarcas, miembros de la burguesía; en el rural, los caciques (grandes terratenientes); y los Gobernadores Civiles actuaban como intermediarios. De este modo, se reforzaba el centralismo del Estado.

Controlaban aspectos clave como «ministerios, capitanías, telégrafos, ferrocarriles…», es decir, la política, el ejército, los medios de comunicación, entre otros, manteniendo así el control sobre la nación. Por ello, Joaquín Costa afirmaba que, a pesar de ser denominados "clase directora o gobernante", en realidad no lo eran, ya que no representaban a la nación. Se aprovechaban de su autoridad y abusaban del poder para corromper las elecciones y falsificar los resultados, sin escuchar al pueblo español. Por esta razón, los identificaba como "cuerpos extraños" que se habían apoderado del poder.

A pesar de que España se consideraba un Estado liberal, el caciquismo, impulsado por el sistema político bipartidista, sometía a gran parte del país.

Evolución y Crisis del Sistema Restauracionista

Joaquín Costa, líder del movimiento regeneracionista, manifestó sus ideales criticando la corrupción del sistema bipartidista de Cánovas e intentó eliminarlo para lograr la participación de todas las fuerzas políticas. Sin embargo, el sistema se prolongó hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, que dio inicio a su dictadura, aunque con nuevos líderes como Maura (Partido Conservador) y Canalejas (Partido Liberal).

A partir del Desastre del 98, esta etapa se caracterizó por una crisis generalizada. Además, en 1909 se produjo la Semana Trágica de Barcelona, un conflicto social derivado de la guerra en la zona de Marruecos. A pesar de la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, España mantuvo dos colonias: Ceuta y Melilla, donde también se produjeron levantamientos.

Esta situación desembocó en la crisis de 1917 (militar, política y social), donde confluyeron todos los enfrentamientos que se habían ido incubando desde el desastre colonial.

Legado y Relevancia Actual

En la actualidad, se ha producido una ruptura del bipartidismo, característica de la Restauración. Por el contrario, han surgido partidos emergentes como Podemos y Ciudadanos. Respecto al monarca, este sigue ejerciendo un rol arbitral en el sistema, tomando la iniciativa en la formación de gobiernos.

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