El Sistema Somatosensorial: Explorando el Tacto, la Temperatura y la Propiocepción

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El término somatosensación se refiere a las sensaciones corporales. El sistema somatosensorial está formado por tres sistemas diferentes que interactúan entre sí:

  1. Un sistema exteroceptivo que siente los estímulos externos aplicados a la piel.
  2. Un sistema propioceptivo, que registra la información sobre la posición del cuerpo que le llega de los músculos, articulaciones y órganos de equilibrio.
  3. Un sistema interoceptivo, que proporciona información general sobre las condiciones internas del cuerpo (por ejemplo, la temperatura y la presión sanguínea).

Sistema Exteroceptivo

Se divide en tres partes:

  • Una división que percibe los estímulos mecánicos (tacto).
  • Una división que percibe los estímulos térmicos (temperatura).
  • Una división que percibe los estímulos nociceptivos (dolor).

Sus receptores están repartidos por todo el cuerpo y permiten detectar estímulos mecánicos, químicos y físicos (temperatura). A diferencia de otros sentidos, sus receptores están distribuidos por todo el cuerpo. La sensibilidad somática se ocupa de muchos tipos de información procedente de casi todas las partes del cuerpo, empezando por los receptores sensoriales de la piel, las paredes corporales, los músculos, tendones, ligamentos, el tejido conectivo de las articulaciones y los órganos internos.

Los receptores cutáneos mayores y más profundos son los corpúsculos de Pacini, que tienen forma de cebolla. Al adaptarse rápidamente, responden mejor a desplazamientos repentinos de la piel. Por otro lado, los discos de Merkel y las terminaciones de Ruffini se adaptan de manera lenta y responden mejor a estiramientos graduales de la piel.

Es un grupo de al menos cuatro sentidos:

  • Tacto
  • Temperatura
  • Posición de partes del cuerpo
  • Dolor

Los estímulos varían desde los mecánicos y químicos, hasta los físicos (frío), por lo cual existen muchos tipos distintos de receptores: mecanorreceptores, nociceptores, termorreceptores, propioceptores y quimiorreceptores.

Mecanorreceptores

Sensibles a la deformación física: flexión, presión, estiramiento. Los mecanorreceptores son la mayor parte de los receptores sensoriales del sistema sensorial somático y son sensibles a la deformación física. Están presentes en todo el cuerpo, monitorizan el contacto con la piel, la presión del corazón y los vasos sanguíneos, la distensión de los órganos digestivos y la vejiga.

Nociceptores (Receptores de Dolor)

Mecanismo de alarma que detecta situaciones anormales posiblemente nocivas. Se detectan estímulos de varios tipos:

  • Mecánicos: presión excesiva, en especial de objetos punzantes.
  • Térmicos: calor y frío extremos.
  • Químicos: pH excesivo, determinados iones o sustancias neuroactivas, etc.

Los receptores están repartidos por todo el cuerpo (no solo en la piel), excepto en el cerebro. Existen receptores especializados en la sensación de dolor. Esta sensación es muy útil para la supervivencia del individuo, pues actúa como un mecanismo de alarma que detecta situaciones anormales posiblemente nocivas.

Termorreceptores (Receptores de Temperatura)

Todas las células del cuerpo son sensibles a la temperatura, ya que puede afectar a su funcionamiento químico, pero en especial el cerebro, por su complejidad, requiere una temperatura más estable que otras partes del cuerpo; de tal manera que es vital que la temperatura se mantenga alrededor de los 37 °C y no supere los 40.5 °C. Los receptores en la piel detectan principalmente cambios súbitos y variaciones de temperatura, y se adaptan durante los estímulos de larga duración.

Propioceptores

Percepción de:

  • La posición relativa de los miembros del cuerpo.
  • Movimiento.
  • Velocidad, etc.

Hay detectores en los músculos, articulaciones y ligamentos. Sirven para explorar objetos, guiar el movimiento de las extremidades. A diferencia de los receptores sensoriales somáticos, los propioceptores proporcionan información sobre nuestro medio interno, en vez del medio externo. Permiten percibir la posición relativa de los miembros del cuerpo, si se están moviendo o no, y con qué rapidez. Esta sensibilidad es fundamental para orientar los movimientos y para el conocimiento de las posiciones de nuestras extremidades, ayudándonos a explorar objetos.

Organización de la Columna Vertebral

Los nervios que transmiten sensaciones somatosensoriales entran en la columna vertebral, estando organizados por zonas del cuerpo (dermatomas). A cada zona le corresponde un grupo de nervios y un segmento de la columna.

Dermatomas

Las fibras nerviosas que llevan la información desde los receptores cutáneos y otros receptores somatosensoriales se reúnen en nervios y entran en la médula espinal a través de las raíces dorsales. La zona del cuerpo que está inervada por las raíces dorsales izquierda y derecha de un segmento determinado de la médula espinal se denomina dermatoma.

Vías de la Sensibilidad Somática

Hay dos caminos principales ascendentes hacia el cerebro:

  • Los receptores mecánicos y de propiocepción utilizan un camino más rápido.
  • Los receptores térmicos y de dolor utilizan nervios más lentos y forman una sinapsis al entrar en la médula.

Vía Dorsal-Lemniscal Medial

Los receptores mecánicos (tacto y vibración) y de propiocepción utilizan un camino más rápido. Esta información se transmite a través de las columnas dorsales de la médula espinal, transmitiendo la sensación táctil y propioceptiva del lado derecho por la columna dorsal derecha y análogamente para el lado izquierdo. Al llegar al bulbo raquídeo se produce una sinapsis, produciendo un cruzamiento de las aferencias mecanorreceptoras y propioceptoras, pasando por el lemnisco medial del bulbo raquídeo. Después se produce otra sinapsis a nivel del tálamo para terminar proyectándose en las regiones específicas de la corteza somatosensorial.

Vía Espinotalámica

Los receptores térmicos y de dolor utilizan nervios más lentos y forman una sinapsis al entrar en la columna. Esta información se transmite a través del tracto o fascículo espinotalámico, proyectándose directamente en el tálamo. A partir de aquí se proyecta a la corteza sensorial. En este caso, la información que se transmite es contralateral desde que llega a la médula espinal, a diferencia de la información propioceptiva y táctil.

Vía del Nervio Trigémino

Existe un tercer camino por el que se transmiten las sensaciones procedentes de la parte de la cara, los labios, la lengua, etc., que no circulan por la columna vertebral. Estas sensaciones se transmiten principalmente por los nervios trigéminos, que penetran en el cerebro a la altura de la protuberancia. De nuevo, existirán axones rápidos para la transmisión de propiocepción de la mandíbula y de la sensación táctil de la cara, y axones lentos para la transmisión de temperatura y dolor. Se proyectan en el tálamo para terminar en la corteza somatosensorial.

La Corteza Somatosensorial

Está estructurada por zonas, todas dentro del lóbulo parietal:

  • Corteza somatosensorial primaria, compuesta por tres áreas de Brodmann (1, 2, 3a, 3b).
  • S2 o corteza somatosensorial secundaria.
  • Corteza parietal posterior, compuesta por otras dos áreas de Brodmann (5 y 7). En ella se producen procesos complejos que relacionan distintas sensaciones para la identificación de objetos.

El Mapa Somatosensorial

La corteza cerebral tiene el equivalente a un mapa de todo el cuerpo, reflejándose en este mapa la procedencia original de cada sensación. La correspondencia entre sensaciones superficiales y corteza cerebral se denomina somatotopía cortical (homúnculo sensorial). La superficie dedicada a cada órgano depende del número de terminaciones nerviosas en el mismo, siendo muy distinta para unas partes del cuerpo que para otras y especialmente grande para la boca, la lengua y los dedos de las manos.

Áreas Sensitivas

La corteza somatosensorial primaria incluye la circunvolución poscentral. Recibe las proyecciones del tálamo ordenadas somatotópicamente, es decir, el homúnculo sensitivo tiene la cabeza representada en la región ventral cerca de la cisura lateral, luego el miembro superior, el tronco y el miembro inferior. La representación tiene diferente tamaño, siendo más grande para la cara, la lengua y la mano. El área sensitiva secundaria se localiza en el extremo inferior de la circunvolución poscentral; también está somatotópicamente organizada respecto a las modalidades de tacto, sentido de posición, presión y dolor. La información somatosensorial es procesada luego en áreas de asociación. En estos niveles se produce la integración de la información, lo que permite la percepción de la forma, textura, tamaño y la identificación de un objeto al tocarlo con las manos. Estas áreas tienen abundantes y desarrolladas conexiones recíprocas con el tálamo. Las lesiones producen agnosia táctil.

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