El Sistema Visual Humano: Quiasma Óptico, Procesamiento y Afecciones Comunes
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El Quiasma Óptico y el Procesamiento Visual
El quiasma óptico es la estructura crucial donde una porción de las fibras nerviosas provenientes de cada nervio óptico se entrecruza. Este entrecruzamiento es fundamental para la correcta percepción visual.
Recorrido del Estímulo Visual
El proceso mediante el cual un estímulo luminoso se convierte en una imagen reconocible sigue una trayectoria específica a través del sistema visual:
- Fotorreceptores: Células especializadas en la retina (conos y bastones) que capturan la luz.
- Nervio Óptico: Transmite los impulsos nerviosos generados por los fotorreceptores.
- Quiasma Óptico: Punto de cruce parcial de las fibras de ambos nervios ópticos.
- Cintillo Óptico (o Tracto Óptico): Continuación de las fibras nerviosas tras el quiasma.
- Cuerpo Geniculado Lateral: Núcleo talámico que actúa como estación de relevo principal para la información visual.
- Radiaciones Ópticas: Fibras que proyectan la información visual desde el cuerpo geniculado lateral hacia la corteza cerebral.
- Corteza Occipital: Área del cerebro donde se procesa la información visual y se forma la imagen consciente.
Alteraciones de la Visión: Ceguera
La ceguera, o pérdida total de la visión, puede originarse en diferentes puntos del sistema visual, clasificándose generalmente en:
- Ceguera de Recepción: Causada por lesiones o disfunciones en los fotorreceptores (conos y bastones) de la retina, lo que impide la captación inicial de la luz.
- Ceguera de Conducción (o Transducción): Se refiere a problemas derivados de una alteración en la estructura funcional o constitución de los conos y bastones. Aunque los fotorreceptores puedan estar presentes, su capacidad para convertir eficientemente la luz en señales nerviosas (fototransducción) o para transmitir estas señales a las células subsiguientes está comprometida debido a defectos intrínsecos.
- Ceguera Cortical: Resulta de un daño en la corteza cerebral occipital, el centro de procesamiento donde se interpreta la información visual y se forma la imagen. Aunque los ojos y las vías nerviosas puedan estar intactos, el cerebro no puede procesar la señal visual.
Anomalías del Campo Visual: Hemianopsia
La hemianopsia es una condición caracterizada por la pérdida de la mitad del campo visual en uno o, más comúnmente, en ambos ojos. Su manifestación depende de la localización de la lesión en la vía visual:
- Pérdida de visión en el campo lateral derecho: Esta afectación implica un daño que interrumpe las señales de la retina externa (temporal) del ojo izquierdo y de la retina interna (nasal) del ojo derecho.
- Pérdida de visión en el campo lateral izquierdo: En este caso, la lesión afecta a las vías provenientes de la retina externa (temporal) del ojo derecho y de la retina interna (nasal) del ojo izquierdo.
Defectos Comunes de la Refracción y Otras Afecciones Oculares
Miopía
La miopía se produce por un exceso de convergencia de los rayos de luz, generalmente debido a que el globo ocular es más largo de lo normal o a un poder refractivo excesivo de la córnea o el cristalino. Esto provoca que la imagen se enfoque delante de la retina. Las personas con miopía ven bien de cerca pero borroso de lejos, y necesitan acercar los objetos para enfocarlos. Se corrige con lentes bicóncavos (divergentes), que ayudan a que la imagen se proyecte correctamente sobre la retina.
Hipermetropía
La hipermetropía ocurre cuando el diámetro anteroposterior del globo ocular es más corto de lo habitual, o la córnea/cristalino tienen menor poder de refracción. Como resultado, la imagen teóricamente se formaría detrás de la retina. Las personas hipermétropes suelen ver borroso de cerca (especialmente en grados altos o con la edad) y pueden experimentar fatiga visual. Necesitan alejar los objetos para verlos con mayor claridad. Se corrige con lentes biconvexos (convergentes).
Presbicia
La presbicia, también conocida como "vista cansada", es una condición fisiológica asociada al envejecimiento que suele manifestarse a partir de los 40-45 años. Se debe a la pérdida progresiva de elasticidad del cristalino, lo que disminuye su capacidad para cambiar de forma (acomodación) y enfocar objetos cercanos. Las personas con presbicia necesitan alejar los objetos para verlos con nitidez. Se corrige con lentes convergentes (biconvexos o progresivos).
Astigmatismo
El astigmatismo es un defecto refractivo causado por irregularidades en la curvatura de la córnea o, menos frecuentemente, del cristalino, haciendo que su superficie sea más ovalada que esférica. Esta forma irregular impide que los rayos de luz converjan en un único punto focal sobre la retina, resultando en una visión distorsionada o borrosa a cualquier distancia. Se corrige con lentes cilíndricos, que pueden ser combinados (esferocilíndricos) para compensar la irregularidad.
Daltonismo
El daltonismo, o discromatopsia, es una alteración de origen genético y hereditario que afecta la capacidad de distinguir ciertos colores, principalmente los primarios como el rojo y el verde, y en menor medida, el azul. Se debe a una deficiencia o ausencia de ciertos tipos de células fotorreceptoras (conos) en la retina, responsables de la percepción del color.
Cataratas
Las cataratas consisten en la opacidad progresiva del cristalino, la lente natural del ojo. Esta opacidad se produce comúnmente por la acumulación de proteínas desnaturalizadas y células muertas, lo que dificulta el paso de la luz y provoca una visión borrosa, nublada o amarillenta. Es una causa frecuente de pérdida de visión en personas mayores y puede corregirse mediante una intervención quirúrgica para reemplazar el cristalino opaco.
Glaucoma
El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que provocan un daño progresivo e irreversible al nervio óptico, estructura vital para transmitir la información visual al cerebro. A menudo, este daño está asociado con un aumento de la presión intraocular (PIO), generalmente debido a un drenaje inadecuado de los fluidos internos del ojo (humor acuoso). Si no se detecta y trata a tiempo, el glaucoma puede llevar a una pérdida gradual de la visión, comenzando típicamente por el campo visual periférico.