Sociedad y Economía en la España del Siglo XIX: Transformaciones y Conflictos

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Evolución Demográfica

Durante el siglo XIX en España, la mortalidad disminuyó debido a la mejora de la higiene, a lo que se sumó un pequeño descenso de la natalidad. Sin embargo, existieron también periódicas crisis de subsistencias, debido a los bajos rendimientos agrícolas y la mala distribución de los recursos. En este contexto, la emigración a América comenzó a crecer, así como el éxodo rural, con campesinos emigrando hacia la periferia peninsular.

A pesar del crecimiento de la población, España continuaba bajo el régimen demográfico antiguo. La alta mortalidad, provocada por los problemas mencionados anteriormente, se veía agravada por epidemias como la fiebre amarilla, la viruela y una elevada mortalidad infantil.

Transformaciones Sociales

El siglo XIX trajo consigo profundas transformaciones en la estructura social española:

La Nobleza

La nobleza experimentó una pérdida de sus privilegios tradicionales y se vio obligada a transformarse en una burguesía agraria. A pesar de ello, mantuvo su patrimonio e incluso lo agrandó comprando terrenos desamortizados. Esta nueva posición les permitió obtener ganancias que invirtieron en sectores como la banca, el ferrocarril y la industria.

La Iglesia

La Iglesia también sufrió una merma en su poder e influencia. La sociedad se alejó progresivamente de la institución, lo que se tradujo en una pérdida de poder económico.

La Burguesía

La burguesía fue la clase social que más se benefició de las transformaciones del siglo XIX. Se enriqueció gracias a las desamortizaciones y los negocios ferroviarios, concentrándose principalmente en Madrid y Barcelona. Aunque partidarios del proteccionismo, no lograron generar beneficios sustanciales en un primer momento. Dentro de la burguesía, se distinguían varios grupos:

  • Burguesía comercial: Destacaban en el comercio de cereal.
  • Burguesía industrial: Surgió con fuerza en Barcelona.
  • Burguesía financiera: Invertían en negocios especulativos como la banca y el ferrocarril.
  • Burguesía agraria: Grandes y medianos terratenientes beneficiados por las desamortizaciones.

Las Clases Medias

Las clases medias experimentaron un notable crecimiento durante este periodo. Partidarios del liberalismo y del progresismo radical, abogaban por una política más democrática. Los cafés se convirtieron en centros de reunión y debate para este grupo social. Se dividían en:

  • Clase media rural: Pequeños propietarios.
  • Clase media urbana: Numerosa e influyente.

El Campesinado

El campesinado, que constituía la mayor parte de la población, vivía en condiciones precarias, dependiendo del ganado, la agricultura y el trabajo para las clases superiores. Experimentaron pocos cambios a lo largo del siglo, aunque a finales del mismo se produjo un éxodo rural hacia la periferia. Muchos trabajadores eran jornaleros, principalmente en Andalucía y Castilla-La Mancha, siendo habituales las revueltas en el campo.

Obreros Industriales

La mayoría de los obreros se dedicaba al sector servicios. Hacia mediados de siglo, su número creció considerablemente, sobre todo en Cataluña. Las condiciones laborales eran muy duras: largas jornadas, trabajos sin contrato y sin coberturas sociales.

Marginados

Mendigos, vagos, vagabundos y maleantes formaban parte de un grupo de marginados que superaba las 100.000 personas.

El Movimiento Obrero en España

Durante la primera mitad del siglo XIX, las protestas de los jornaleros eran espontáneas. Sin embargo, el reconocimiento de la libertad de asociación en 1868 marcó un punto de inflexión. La influencia de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) y del anarquismo comenzó a crecer, impulsada por figuras como Giuseppe Fanelli y otros activistas que difundieron los ideales del movimiento obrero por toda España.

En 1870 nació la Federación Regional Española dentro de la AIT. Posteriormente, surgieron sindicatos como la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888, algunos de los cuales evolucionaron hacia partidos políticos, como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879. El socialismo, sin embargo, creció lentamente. El anarquismo, por su parte, se desarrolló a mayor velocidad, dando lugar a tres corrientes:

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