Socrates y el Intelectualismo Moral: Virtud, Conocimiento y la Felicidad del Alma
Clasificado en Filosofía y ética
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El Intelectualismo Moral Socrático: Virtud y Conocimiento
El intelectualismo moral socrático postula que los conceptos que Sócrates se esfuerza por definir son precisamente los conceptos morales, porque está convencido de que solamente se puede ser justo si se sabe qué es la justicia. Según él, la virtud es igual al saber, lo que se denomina intelectualismo moral, ya que considera al conocimiento como condición necesaria y suficiente para lograr la virtud.
Primer Problema: La Tesis Exagerada y la Experiencia Cotidiana
Esta tesis, sin embargo, se presenta como exagerada, pues choca con el sentido común y con nuestra experiencia cotidiana. En efecto, los hechos nos muestran que hay personas ignorantes que actúan moralmente y gente instruida y plenamente consciente que se comporta inmoralmente. Es posible conocer y estar convencido de lo que está bien y, sin embargo, no realizarlo.
Respuesta Socrática: El Saber Moral como Saber Artesanal
Hay que advertir que Sócrates interpreta el saber moral desde el modelo de los saberes artesanales. Se necesita también saber en qué consiste el fin bueno y justo de la vida humana para realizar acciones justas y buenas, en la medida en que estas aciertan en la moralidad de sus fines.
Segundo Problema: La Paradoja del Sabedor del Bien
El intelectualismo moral plantea una paradoja: teóricamente, el sabedor del bien que se comporta mal sería más virtuoso que el ignorante que se comporta justamente.
Respuesta Socrática: Nadie Hace el Mal a Sabiendas
Sócrates considera imposible tal situación en la práctica, pues según su intelectualismo, nadie hace el mal a sabiendas. Sería una contradicción, ya que si el bien es igual al saber, el mal es igual a la ignorancia. Así, respecto al mal, no cabe hablar de culpa y castigo, sino solo de corrección educativa.
La Conexión entre Virtud y Felicidad
Además, no solo la virtud es igual al saber, sino que también la virtud es igual a la felicidad. Así lo expresa Sócrates: «En mi opinión, quien es virtuoso, ya sea hombre o mujer, es feliz; el injusto y el malvado son infelices».
La Felicidad Socrática: Autocontrol y el Alma
Según los sofistas, el bien se identifica con el placer. Sócrates, en cambio, considera que la felicidad no significa la búsqueda del placer, sino el autocontrol. Por tanto, el virtuoso es aquel que, con su razón, ordena su alma, y esta es feliz cuando se logra ese orden. Este nuevo ideal socrático del héroe es el de quien vence a sus enemigos interiores y se encuentra cerca de la divinidad al alcanzar, en la medida de lo posible, su autarquía. Para Sócrates, la verdadera felicidad no procede de las cosas externas ni del cuerpo, sino solo del alma, que es la esencia del hombre. Según él, podemos ser felices en esta vida, con independencia de las circunstancias que nos haya tocado vivir, porque cada uno es el verdadero artífice de su propia felicidad.