Sócrates: Sabiduría, Dialéctica y Virtud
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Sócrates
Sócrates es un sabio paradójico que se declara ignorante y busca la verdad a través de la dialéctica.
La búsqueda de la verdad
La pregunta se plantea en dos tiempos: se interroga dando por supuesto que no se sabe nada de la cuestión, y después se examina la respuesta tratando de mostrar posibles contradicciones. Si hay contradicción la tesis del interlocutor es falsa o necesita definirse mejor, y si no, se la acepta. El oráculo había dicho que él era “el hombre más sabio”. Su sabiduría consiste en ser consciente del propio no-saber.
Intelectualismo moral
Uno de sus rasgos fundamentales es el intelectualismo moral: se puede ser justo si se sabe qué es la justicia, sólo se puede ser valeroso si se sabe qué es el valor, etc. Sócrates interpreta la acción moral desde el modelo de los saberes técnicos. Pero el modelo subyacente de los saberes técnicos lleva a consecuencias indeseables como la conocida paradoja del Hippias Menor, según la cual el que obra mal voluntariamente es mejor que el que lo hace involuntariamente.
La virtud como bien supremo
En la Apología platónica explica Sócrates que su actividad ha consistido en intentar convencer a los atenienses de que se ocupen de sus almas, para que éstas sean las mejores posibles. Sócrates exhorta a la virtud. Para Sócrates la virtud es el bien supremo.
La justicia y la política
Sócrates no hace política en el sentido usual de la expresión. En la Apología lo justifica alegando que si se hubiera dedicado a la política estaría muerto hace tiempo, y que se sirve mejor a la justicia como particular que como hombre público. Para Sócrates la justicia es una exigencia. Mientras espera en la cárcel a que se le ejecute conversa con Critón, que le propone la huida. Sócrates quiere discutir si tal conducta es justa y debe hacerse. En el Gorgias Sócrates llega a afirmar que es peor cometer injusticia que sufrirla.
La actitud política de Sócrates
En este sentido, la actitud política de Sócrates se funda en su temperamento moral. La democracia más esplendorosa se basó en el supuesto de que el demos está asegurado por el genos y el ethnos comunes a todos los ciudadanos. Pero la Guerra del Peloponeso y el golpe de los Tiranos sustituyeron la confianza del pueblo por el miedo. Urgen las soluciones, pero sin indagar cómo Sócrates en la incompetencia de todos los bandos implicados en la corrupción de la democracia. Que Sócrates proponga además un modo de estructurar la polis que rebasa las raíces de sangre será el pretexto para acusarlo, no de antidemócrata, sino de liquidador de las raíces patrias entre la juventud.