Suelos: Tipos, Formación y Distribución Geográfica en España y Canarias
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Definición y Conceptos Fundamentales del Suelo
El suelo es la parte superficial de la corteza terrestre donde se mezclan elementos inertes, como la roca madre descompuesta, y materia orgánica. Esta mezcla da origen a capas distintivas llamadas horizontes, cuyo conjunto forma el perfil del suelo.
Edafología
La Edafología es la ciencia que se dedica al estudio de los suelos.
Factores Determinantes en la Formación del Suelo
La composición y características de un suelo están influenciadas por diversos factores:
- Clima: La temperatura y la precipitación son cruciales, ya que contribuyen a la fracturación de las rocas y a la lixiviación (lavado) del suelo.
- Vegetación: La flora local juega un papel fundamental. Por ejemplo, las hojas caducas aportan una gran cantidad de materia orgánica, mientras que el pino tiende a acidificar el suelo.
- Relieve: En terrenos planos, el suelo tiende a acumularse y ser más rico. Por el contrario, en terrenos abruptos, la acumulación es mínima.
- Roca Madre: Es el factor determinante en el origen del suelo. Los suelos derivados de rocas silíceas suelen ser ácidos, mientras que los de rocas calcáreas son básicos.
- Actividad Humana: La intervención del ser humano puede tanto degradar (destrucción de bosques, erosión) como contribuir a la creación y mejora de los suelos.
Tipos de Suelos Según su Desarrollo
Los suelos se clasifican según su grado de desarrollo y diferenciación de horizontes:
- Suelo Incipiente: Se encuentra en sus etapas iniciales de formación, con escasa o nula materia orgánica.
- Suelo de Perfil Poco Diferenciado: Presenta algunos aportes de materia orgánica y un horizonte levemente desarrollado.
- Suelos Formados: Poseen horizontes claramente diferenciados. Dentro de esta categoría se incluyen:
- Suelos Pardos: Comunes en diversas regiones.
- Tierras Rojas y Mediterráneas: Caracterizadas por su contenido de arcilla y hierro.
- Suelo en Deterioro: Se identifica por un tono grisáceo, a menudo resultado de la lixiviación. Su recuperación es posible con las prácticas adecuadas.
Suelos en la Península Ibérica y Canarias
Suelos de la España Húmeda
En regiones como Galicia y Asturias, predominan los suelos silíceos, que son duros y muy ácidos. Esta acidez se intensifica en zonas donde el hombre ha intervenido con plantaciones de eucaliptos y pinos. Abundan las tierras pardas (arcilla), aptas para la agricultura, y zonas ricas en humus (materia orgánica), también muy fértiles.
- Desde Asturias hasta Navarra: Se encuentran suelos calizos con abundante carbonato cálcico, muy favorables para diversos cultivos.
- Sistema Central y Pirineos: Predominan las tierras pardas húmedas (arcilla) y suelos calizos.
Suelos de la Zona Seca (Península Ibérica)
Estas zonas, ricas en óxidos, presentan escasa humedad, lo que frena la creación de humus y resulta en tierras generalmente pobres. Sin embargo, aquellas con una mayor proporción de arcilla, como los suelos mediterráneos, son muy aptas para el cultivo.
- El resto de la Península: Predomina el suelo pardo, característico del clima mediterráneo, con gran cantidad de carbonato cálcico, lo que lo hace válido para el cultivo.
- Depresiones de la Bética: Se encuentran suelos de arcilla de buena calidad para la agricultura.
Suelos de Canarias
Debido a su origen volcánico, los suelos más maduros en Canarias se localizan a alturas medianas. La abundante humedad y la consecuente vegetación contribuyen a la riqueza de estos suelos.