El Sufrimiento Humano en 'Lo Fatal' de Rubén Darío: Un Viaje a la Sensibilidad
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Lo Fatal
"Lo fatal" es un poema emblemático del poeta nicaragüense Rubén Darío, figura clave del Modernismo literario.
El Título Simbólico y su Significado Profundo
El título, "Lo fatal", es de carácter simbólico, como explica Umberto Eco, requiriendo una interpretación posterior a la lectura. Darío alude a la inevitabilidad del sufrimiento inherente a la condición humana. La complejidad mental y la sensibilidad superior del ser humano, en contraste con otras criaturas, son la fuente de su dolor y su infelicidad. El poeta expresa su insatisfacción vital y un estado de melancolía profunda, anhelando la simple existencia del "árbol que es apenas sensitivo".
El Uso del Polisíndeton para Expresar la Angustia
En las últimas tres estrofas, Darío emplea el polisíndeton, la repetición excesiva de la conjunción "y". Esto se evidencia en el verso: "y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro sabor". Con este recurso, el poeta enumera sus inquietudes filosóficas, creando una sensación de acumulación interminable. Estas dudas son una carga que oprime a Darío, sumiéndolo en la depresión, la angustia y la melancolía.
La Gradación Descendente como Reflejo de la Sensibilidad
En la primera estrofa, se observa el uso de la gradación. Darío menciona al hombre, al árbol y a la piedra, todos sustantivos pertenecientes al campo semántico de la naturaleza. La gradación es descendente, yendo de lo más sensible (el hombre) a lo menos sensible (la piedra). El poeta transmite su envidia hacia la piedra, deseando la ausencia de অনুভূতি. Esto revela su profunda melancolía.
El Clímax Poético: La Culminación de la Emoción
El clímax poético, el punto de máxima intensidad emocional del yo lírico, se encuentra en la última estrofa, marcado por los signos de exclamación. Después de una serie de cuestionamientos filosóficos, el autor involucra al lector en su reflexión mediante verbos como "vamos" y "venimos". Esta universalidad de la experiencia humana resuena en el lector. El clímax también se manifiesta en la ruptura de la estructura de los versos de arte mayor. Este quiebre rítmico refleja la quiebra emocional del yo lírico, evidenciado en el cambio en el número de sílabas. El dolor es tan intenso que interrumpe el poema, finalizando con puntos suspensivos que sugieren un deseo de continuar, frustrado por la incapacidad de hacerlo.