El Teatro Barroco: Sociedad, Espectáculo y Representaciones

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La Sociedad y la Cultura en el Teatro Barroco: En un momento de crisis ideológica y económica, donde la élite se centraba en diversiones y religión, dejando el poder en manos de validos, los españoles se encontraban desprotegidos e inmersos en un mundo social corrupto. Este mundo estaba movido por los intereses de nobles y burgueses, y marcado por la figura de reyes incapaces de tomar las riendas del estado. El pueblo buscaba la manera de divertirse y sobrellevar una vida llena de miserias y dificultades, celebrando con gran alegría las fiestas anuales.

Cualquier motivo era bueno para una fiesta, para escenificar uno de los grandes recursos barrocos: el contraste, el claroscuro. El teatro barroco se concentraba en sí mismo para celebrar la ceremonia de la vida. El corral de comedias se configuraba como un microcosmos donde estaban representadas todas las capas de la sociedad. El teatro siempre tenía presente al rey, del mismo modo que el rey tenía presente al teatro (veremos cómo se desarrolla un teatro palaciego a imitación del de los corrales). El rey era, a veces, personaje capital de las comedias.

La Literatura Dramática del Barroco: El Espectáculo Teatral

Se utilizaban recintos cerrados para la representación teatral. Inicialmente, las obras se ponían en escena en la calle, en tablados improvisados en las plazas públicas. Más tarde, las representaciones se trasladaron a patios de vecinos, llamados corrales, que fueron el origen de los corrales de comedias. La estructura de un corral de comedias se basaba en una planta cuadrada, en uno de cuyos lados se situaba el escenario, elevado sobre el patio. En el patio había dos zonas: una más cercana al escenario.

El Ambiente en los Corrales de Comedias

El ambiente de los corrales de comedias era muy pintoresco. El alguacil de comedias velaba por el orden, mientras el apretador intentaba meter a todas las mujeres posibles en la cazuela. El alojero, por último, se encargaba de vender aloja, una bebida refrescante hecha con agua, miel y especias.

Las Compañías de Teatro

El escritor y actor Agustín de Rojas Villandrando, en su obra El viaje entretenido (1603), nos habla de ocho tipos de compañías que se mantenían en activo durante el siglo XVII:

  • Buluú: Un único actor que iba a pie de un pueblo a otro y representaba él solo los papeles de la comedia que llevaba aprendida, subido sobre un arca.
  • Ñaque: Se componía de dos hombres que representaban un entremés, alguna parte de un auto y otras piezas. Según Rojas, vivían contentos, dormían vestidos, caminaban desnudos, comían hambrientos y se espulgaban el verano entre los trigos y en el invierno no sentían con el frío los piojos.
  • Gangarilla: Compañía de tres o cuatro hombres que llevaban, además, un muchacho que hacía el papel de dama.
  • Cambaleo: Se componía de una mujer que cantaba y cinco hombres que lloraban. Representaban una comedia, un par de autos y algunos entremeses, y permanecían cuatro o seis días en los lugares.
  • Garnacha: Compañía de cinco o seis hombres, una mujer que hacía el papel de primera dama y un muchacho que hacía el de la segunda. En un arca llevaban dos sayos, una ropa, tres pellicos, barbas y cabelleras. Hacían cuatro comedias, tres autos y otros tantos entremeses.
  • Bojinganga: Dos mujeres, un muchacho y seis o siete hombres componían esta compañía corta que llevaba seis comedias, tres o cuatro autos y varios entremeses.
  • Farándula: Era víspera de compañía y se componía de tres mujeres y ocho o diez hombres. Representaban diez comedias.
  • Compañía: Traían cincuenta comedias, trescientas arrobas de hato, dieciséis personas que representaban, treinta que comían, uno que cobraba y Dios sabe el que hurtaba.

La Representación Teatral

La representación empezaba con una loa que pretendía captar la atención del público. Se ponía en escena un entremés. Luego el segundo acto, al que seguía una jácara o un baile, el tercer acto y, como fin de fiesta, podía representarse otro baile.

El Teatro Cortesano

También se desarrolló en el siglo XVII un teatro de corte para el disfrute de los reyes y los nobles. Ya a principios del siglo, Felipe III hizo transformar uno de los patios del palacio en teatro. Pronto surgió un tipo de teatro fantástico, mitológico, de magia, que se hizo posible en los grandes salones gracias a los avances en la escenografía.

El Teatro Religioso

Movido por una finalidad didáctica y adoctrinadora, este teatro se concretó en los autos sacramentales. Se escribieron comedias de tema bíblico, vidas de santos o piezas relacionadas con asuntos teológicos.

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