El Teatro Castellano del Siglo XV: Orígenes, Formas y Figuras Clave
Clasificado en Griego
Escrito el en
español con un tamaño de 3,93 KB
El Teatro Castellano en el Siglo XV: Orígenes y Evolución
En el siglo XV, Castilla fue testigo de una notable actividad teatral, de la cual se conservan diversos textos. Durante la Edad Media y hasta bien entrado el siglo XVI, resulta difícil distinguir con nitidez entre el espectáculo teatral propiamente dicho y las distintas conmemoraciones o celebraciones populares. No obstante, ciertas manifestaciones literarias, consideradas a menudo fuera del género teatral, pudieron estar presentes en los espectáculos públicos gracias a formas como las coplas o los romances dialogados.
La Danza General de la Muerte: Un Reflejo de la Época
La Danza General de la Muerte, datada a finales del siglo XIV o principios del XV, forma parte de un grupo de largos poemas conocidos como danzas macabras o danzas de la muerte. Esta época estuvo profundamente marcada por la obsesión con la Muerte, una temática recurrente tanto en las predicaciones como en el arte y la literatura. Esta preocupación provenía de factores ideológicos, como la conciencia de vivir en un mundo en crisis, y de factores sociales, como las devastadoras epidemias de peste que afectaban a la población.
En estas danzas, la Muerte, personificada, invita a un siniestro baile a todos los nacidos, sin distinción de rango social, desde los más poderosos hasta el campesino más humilde. No se cuestiona la desigualdad en la vida; solo se enfatiza que la Muerte llega para todos por igual.
Manifestaciones Dramáticas: Del Ámbito Religioso al Profano
El Teatro Religioso Medieval
Del típico teatro religioso medieval se conocen diversas manifestaciones dramáticas desde mediados del siglo XV. Entre ellas destacan las obras llamadas autos, que se representarían en carros o escenarios móviles durante la festividad del Corpus Christi y constituyen el antecedente directo de lo que más tarde serían los autos sacramentales.
Algunos dramas religiosos notables incluyen dos obras de Navidad, atribuidas a Gómez Manrique y Alonso del Campo. Característico del teatro navideño es un personaje que luego sería muy importante en todo el teatro posterior: el pastor lobo, con un valor alegórico que va más allá de su diseño cómico primario.
El Teatro Profano y la Nobleza
A finales del siglo XV, también encontramos un floreciente teatro profano. Fue fundamental en su desarrollo el refinamiento en los gustos de la nobleza, que comenzó a dar acogida en sus palacios a las representaciones dramáticas. El teatro popular, inseparable de la fiesta y tradicionalmente ligado a la calle, pasó a los espacios interiores y se transformó, adecuándose a las nuevas circunstancias y al público cortesano.
Juan del Encina: El Primer Gran Dramaturgo Castellano
Juan del Encina es considerado el primer gran autor teatral castellano. De orígenes modestos, su valía le hizo destacar como músico y poeta, y también como actor y autor dramático. Estas facetas las desarrolló en la localidad salmantina de Alba de Tormes al servicio de los duques de Alba.
Sus obras abarcan tanto temas religiosos como profanos. Fue notablemente influido por Virgilio, de quien tradujo sus églogas, y se caracterizó por la utilización de personajes campesinos —los pastores del teatro religioso— que hablaban un lenguaje rústico y chistoso. Encina marchó a vivir a Roma, lugar donde confluyeron entonces muchos de los mejores artistas de su tiempo, en un momento en que el Renacimiento italiano se encontraba ya en pleno rendimiento.
Entre sus obras más destacadas se encuentran la Égloga de Fileno, Zambardo y Mardonio y La égloga de Plácida y Victoriano.
Otros Dramaturgos Relevantes del Siglo XV
A mediados del siglo XV, habían nacido otros importantes autores que contribuirían al desarrollo del teatro, como Lucas Fernández, Gil Vicente y Bartolomé de Torres Naharro.