El Teatro en la España del Siglo de Oro: Escenarios y Representaciones
Clasificado en Plástica y Educación Artística
Escrito el en español con un tamaño de 6,38 KB
El Coliseo del Buen Retiro: Un Hito en el Teatro Palaciego
La inauguración del Coliseo del Buen Retiro (1640) supuso un hito para las representaciones palaciegas. A partir de entonces, se dispuso de un espacio escénico muy bien dotado para ofrecer el lujo y el esplendor deseados. Frente a los públicos corrales de comedias, el Coliseo destacó por ser un teatro más perfeccionado, que no tenía la estructura de los patios de vecindad de los corrales, sino las características de un "verdadero teatro" concebido para su función. En definitiva, la comedia grande o de tramoya encontró un lugar propio de realización en este nuevo espacio, cómodo y bien dotado técnicamente.
Los Autos Sacramentales y su Escenografía Móvil
Las celebraciones del Corpus Christi durante la primavera propiciaron la aparición de los autos sacramentales, caracterizados por la riqueza de tramoyas y mecanismos gracias al apoyo oficial. Su escenografía se acercaba a la del teatro de Corte. La subvención de las autoridades permitía disponer de abundantes medios. Aunque el valor simbólico y religioso sustituía en el auto al valor estético del teatro palaciego, los desarrollos escenográficos eran análogos.
La Estructura del Escenario de Carros
El hecho de que los autos se presentaran sobre carros creó un escenario de tres componentes: un carro o tablado central para la representación y otro carro a cada lado que servía para vestuario, entradas y salidas al tablado central, decorado y maquinaria. Estas dos elevaciones laterales llegaron a ser parte integral del escenario madrileño.
Los Corrales de Comedias: Espacios Teatrales Populares
Cuando aparecen los primeros teatros estables, aportan dos novedades esenciales:
- El
- El
Diseño y Variedad de los Corrales
Los corrales manifestaban una notable variedad de diseño y estilo; los había rectangulares, cuadrados, poligonales y ovalados; grandes y pequeños; techados y abiertos; elegantes y modestos. Sin embargo, los tablados de los distintos teatros variaban muy poco dentro de su modestia.
La Configuración del Escenario en los Corrales
El escenario no contaba con un telón de boca, aunque sí disponía de cortinas en su fondo que ocultaban los corredores y los vestuarios. El escenario presentaba tres niveles durante la representación:
- Al fondo, arriba, se situaba un balcón al que se asomaban personajes que simulaban estar en el balcón de una casa.
- En segundo lugar, estaba el tablado, en el que se desarrollaba la acción.
- Por último, el foso del que salían, a través de escotillones o trampillas abiertas, los actores que encarnaban a Satanás o a otras criaturas infernales.
En el foso, oculto por el tablado, se alojaban también las máquinas con las que se producían efectos especiales, tales como elevar a los personajes, hacerles aparecer o desaparecer, etc.
El Espectáculo del Corpus Christi: Fusión de Fe y Escenografía
Otro espectáculo muy del gusto del público era el ofrecido por los ayuntamientos en el día del Corpus Christi: el concejo contrataba a una o dos compañías, y su trabajo constituía la representación popular más fastuosa de la temporada.
El lugar de la fiesta solía ser la plaza mayor de la localidad, y el escenario se montaba sobre plataformas provistas de ruedas que, tiradas por mulas, acompañaban a la procesión eucarística por las calles hasta quedar instaladas en la plaza. Allí, posteriormente, tenía lugar el auto sacramental.
El público apenas entendería los textos, escritos en un estilo culto para expresar conceptos teológicos, pero sí apreciaría los atractivos trucajes escénicos, el llamativo color, el lujo del vestuario y la riqueza de los decorados.
Contraste entre el Teatro Cortesano y los Corrales de Comedias
Los escenarios de las representaciones cortesanas se caracterizaban por una riqueza de medios que contrastaba con la sobriedad de los corrales de comedias. La monarquía fue consciente del prestigio que proporcionaba esta actividad y procuró la contratación de especialistas procedentes de Italia, quienes transformaron el arte de la representación. Sin embargo, estas manifestaciones suelen recibir escasa atención en las historias del teatro, ya que la espectacularidad de las representaciones apenas se correspondía con el interés dramático de las obras representadas, aunque existan excepciones y participaran autores como Calderón de la Barca.