El Teatro Español (1950-1975): De Buero Vallejo al Teatro Experimental

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El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX

El Teatro Comercial: Entre la Comedia Burguesa y el Humor

Las circunstancias de miseria y censura marcaron profundamente el teatro español de la segunda mitad del siglo XX. La muerte (Valle-Inclán, Lorca), la decadencia (Benavente, Arniches) o el exilio (Alberti, Max Aub, Alejandro Casona) dejaron una huella imborrable. Durante los años 40 y 50, corrientes comerciales previas a la guerra, como la comedia burguesa y el teatro del humor, mantuvieron el favor del público.

El teatro burgués, heredero de la comedia de Benavente y dirigido a un público acomodado, presentaba con ingenio e intriga conflictos de clase media o alta. Los temas eran amorosos, familiares o conyugales, defendiendo valores tradicionales, la moral católica y las diferencias de clase. José María Pemán y Calvo Sotelo destacan entre sus representantes.

En el teatro del humor, Miguel Mihura sobresale con Tres sombreros de copa (1952). Los diálogos y situaciones plantean un humor absurdo que lleva al disparate, cómico y divertido, pero con un fondo amargo. Esta obra caricaturiza y parodia costumbres y un fatalismo que ahogan la libertad y la dignidad humana. Mihura también escribió Sublime decisión, Maribel y la extraña familia, entre otras.

Otro dramaturgo del humor, Enrique Jardiel Poncela, utilizaba la comedia para crear situaciones disparatadas e ilógicas. Con una técnica similar a la policiaca, acumulaba datos inexplicables en los primeros actos, cuyo sentido se revelaba en el desenlace. Destaca con obras como Eloísa está debajo de un almendro y Cuatro corazones con freno y marcha atrás.

El Teatro Existencial y Social: Un Cambio de Rumbo

Con Historia de una escalera, Antonio Buero Vallejo marcó un cambio en el teatro español. Nació un tipo de drama reflexivo sobre la condición humana, comprometido con los problemas de España. Durante los años 50, el testimonio social se reforzó frente a la reflexión existencial, mostrando la injusticia y la violencia.

Alfonso Sastre, con Escuadra hacia la muerte, presentó la dura tensión psicológica de seis hombres en una trinchera. Esta obra consolidó la tendencia social, concibiendo el teatro como instrumento de acción revolucionaria más que como objeto estético.

A finales de los cincuenta y principios de los sesenta, una nueva generación de autores, víctimas de la censura y la falta de apoyo empresarial, trató temas como la burocracia deshumanizada, la esclavitud del trabajador y la emigración. Este teatro de inspiración popular y costumbrista, protagonizado por personajes humildes y con un lenguaje coloquial a veces vulgar, contó con autores como Carlos Muñiz, José María Rodríguez y Lauro Olmo.

El Teatro desde 1960 hasta 1975: Nuevas Tendencias

Las líneas del teatro comercial (piezas humorísticas y comedia burguesa) y la denuncia social continuaron. Sin embargo, surgieron nuevas tendencias:

Teatro Experimental

Desde finales de los sesenta, se desarrolló un teatro soterrado que, compartiendo con el teatro realista el rechazo a la situación española, empleaba técnicas más atrevidas. Mezclaba influencias del teatro épico de Bertolt Brecht y del teatro del absurdo de Eugene Ionesco y Samuel Beckett. Sus temas eran la falta de libertad, la alienación provocada por el maquinismo y el consumismo, y la injusticia.

Rechazando la primacía del texto, la técnica se enriqueció con el sonido, la danza, etc., buscando convertir la obra en un espectáculo total que provocara la implicación del espectador.

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