El Teatro Español a Finales del Siglo XIX y Principios del XX: Del Teatro Comercial al Teatro Innovador
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 4,8 KB
El Teatro Español a Finales del Siglo XIX y Principios del XX
Contexto y Tendencias
A finales del siglo XIX, el público que acude al teatro es fundamentalmente burgués, con gustos exigentes. Se trata de un teatro comercial, inmovilista y sin estímulo creativo, ajustado a las expectativas de un público conservador. Un ejemplo de ello es la obra de José Echegaray. Los escasos intentos de renovación se estrellan contra los gustos establecidos.
Sin embargo, algunos autores se proponen desarrollar nuevas formas dramáticas que intentan plantear problemas sociales con el objetivo de concienciar a un público dormido. Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca destacan en la primera mitad del siglo XX.
Teatro Comercial
En el teatro comercial cabe distinguir tres tendencias:
- Comedia benaventina o burguesa: comedias ligeras que plantean típicos conflictos de la vida burguesa. Las comedias de salón de Jacinto Benavente fueron aplaudidas varias décadas y plantean dramas intensos, como La malquerida.
- Teatro poético: en verso, normalmente conservador, que exalta los grandes hechos del pasado español. Destaca Eduardo Marquina.
- Teatro cómico-costumbrista: obras que reflejan ambientes y personajes con humor y sentimentalismo. Continúa la tradición del sainete dieciochesco. Destacan Carlos Arniches con sainetes de ambiente madrileño y los hermanos Álvarez Quintero y los hermanos Machado con La Lola se va a los puertos.
El Teatro Innovador
Los logros más importantes de la época del teatro innovador se deben a Valle-Inclán y, más tarde, a Lorca, que se propuso acercar el teatro al pueblo y convertirlo en un espectáculo que sirviera para enseñar, conmover y liberar.
Ramón María del Valle-Inclán
Se trata de un teatro tan original, con una renovación técnica, formal y temática, que no encontró eco en su momento. Pasa de un modernismo elegante a unas obras críticas basadas en la distorsión de la realidad. Su producción puede agruparse en varios ciclos:
- Ciclo del teatro poético: primeras obras dramáticas que eran adaptaciones de relatos suyos que presentan rasgos como la tendencia a una visión deformada de los personajes y ambientes.
- Ciclo mítico o galaico: presenta una Galicia mítica; un mundo primitivo donde imperan las leyes de la herencia, el sexo y la superstición. Destacan por la rotundidad de su lenguaje. Sobresale la trilogía de las Comedias bárbaras.
- Ciclo de la farsa: compuesto por varias piezas, entre ellas, Farsa y licencia de la reina castiza.
- Ciclo del esperpento: bloque más conocido, obras que deforman la realidad, con personajes deshumanizados convertidos en fantoches. Se mezcla lo trágico y lo ridículo, lo cursi y lo vulgar con el objetivo de protestar contra la corrupción de la sociedad. Luces de bohemia es su obra maestra, junto con la trilogía Martes de Carnaval (visión ridícula de mitos).
Federico García Lorca
Combina lo dramático y lo lírico, la prosa y el verso. Se considera teatro poético por la carga lírica que imprime al lenguaje, muy elaborado y lleno de imágenes y símbolos. Combina lo tradicional y popular con lo innovador y vanguardista; la tragedia griega y los clásicos españoles con el último teatro europeo.
El tema fundamental es la frustración, la imposibilidad de realizar los propios deseos. Sus apasionados personajes, en la búsqueda de la felicidad, se enfrentan a una realidad implacable que los condena a la soledad, la esterilidad o la muerte, y suelen ser personajes femeninos.
Algunas de sus obras son farsas que combinan lo lírico con lo grotesco (La zapatera prodigiosa), compone dramas históricos (Mariana Pineda) y vanguardistas (El público).
Lo más conocido son dos tragedias y un drama que escribe en sus últimos años de vida:
- Bodas de sangre (basada en un suceso real, de una novia que el día de su boda se escapa con un antiguo novio, lo que provoca un final en el que ambos hombres se matarán).
- Yerma (sobre una mujer estéril, en ella se plasma la frustración). Piezas llenas de simbolismo que mezclan prosa y verso.
- La casa de Bernarda Alba (su última y más importante obra, subtitulada Drama de mujeres en los pueblos de España. Bernarda, tras la muerte de su segundo marido, impone a sus cinco hijas un luto y un encierro de ocho años. Adela se rebela y se estrellará contra un muro de egoísmo. Destaca la serie de retratos femeninos que realiza el autor).