El teatro español de posguerra (1939-1975): Entre la evasión y la crítica social

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El teatro español de posguerra (1939-1975)

Donde solo una persona interviene, y también los santos inocentes, narra el dominio de los caciques sobre sus criados.

Teatro 1939 a 1975

Como en otros géneros, la Guerra Civil supuso un corte profundo para la trayectoria de nuestro teatro. Algunos dramaturgos habían muerto (Valle-Inclán, Lorca...) y otros sufrían el exilio, como Alberti. Comparando con el bullir de experiencias del teatro extranjero, el panorama general de la escena española desde principios del siglo XX resulta pobre debido a condicionamientos comerciales e ideológicos. El teatro que triunfa, el teatro comercial, es el de la comedia burguesa.

A finales de los años 40, y durante los 50, aparece el teatro existencialista, que se posiciona llevando a escena problemas de mayor hondura. Algunos dramaturgos empiezan a incluir en sus creaciones temas como la injusticia social, la pobreza y la moral, al igual que la novela y la poesía. Los autores más destacados son Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.

Teatro en la inmediata posguerra: Teatro de evasión (años 40)

Las compañías siguen dependiendo de los intereses comerciales y, a su vez, se someten a las exigencias de un público burgués. Se agravan las limitaciones ejercidas por la férrea censura. Otra corriente con mucho éxito es el teatro humorístico, que practica una comicidad basada en lo ilógico o lo incongruente.

  • Enrique Jardiel Poncela: teatro de lo inverosímil porque busca hacer reír a través de situaciones ilógicas.
  • Miguel Mihura: humor tierno, situaciones difíciles, pero la imaginación resuelve el conflicto sin saña.

Teatro inconformista y existencialista (finales de los 40 y 50)

Teatro grave, inconformista, paralelo a la poesía del momento que podemos denominar existencial. El carácter de este teatro es similar al de otros géneros: traspasan al ámbito de lo personal los problemas sociales; los personajes son seres angustiados y desarraigados, que expresan una doble angustia: personal y social. Los temas son el vacío personal y el desarraigo, y la lengua se basa en la claridad.

Este teatro se planteó dos alternativas:

  • Teatro posibilista: su representante es Buero Vallejo, que busca eludir la censura oficial.
  • Teatro imposibilista: su representante es Alfonso Sastre, que busca expresarse con libertad aunque a veces no consiga estrenar sus obras.

En 1949 Historia de una escalera, de Buero Vallejo, gana el premio Lope de Vega, y en 1953 se presenta en un teatro universitario Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre, que fue prohibida poco después. Obras como estas son signos de un teatro distinto que…

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