El Teatro Español de Posguerra: Buero Vallejo, Realismo y Alfonso Sastre
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Antonio Buero Vallejo: Etapas y Características
En sus obras se da entrada a la discontinuidad temporal y la acción se sitúa en lugares escénicos abstractos. Al final de esta etapa, escribe dos obras de transición: La doble historia del doctor Valmy (1968, estreno en 1976, por problemas de censura) y El tragaluz (1967). Introduce personajes intermedios entre la historia y el público que interrumpen, narran y comentan los hechos que suceden en el escenario.
Última etapa
Se caracteriza por el punto de vista subjetivo. La acción llega al espectador a través de la visión subjetiva de uno de los personajes, que padece alguna limitación física o psíquica. Un título destacado es El sueño de la razón.
Temática y Tragedia en Buero
En sus obras, Buero manifiesta la búsqueda de una verdad profunda; una visión lúcida, dialéctica y nunca dogmática de las contradicciones humanas. La libertad solo puede alcanzarse por el conocimiento de la verdad. Su tragedia consiste en que alcanzar la verdad pueda acarrearle al hombre el sufrimiento, el fracaso y hasta la destrucción y la muerte.
El Teatro Realista de los Sesenta
En la década de los sesenta, una serie de autores continúa el camino iniciado por Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre y desarrolla una dramaturgia que evoluciona desde unas formas realistas-naturalistas hacia nuevas orientaciones estéticas: la farsa grotesca o el sainete. Estos autores (José Martín Recuerda, Lauro Olmo, Carlos Muñiz, Antonio Gala) muestran predilección por temas sociales (la vida miserable en las chabolas, la emigración, la explotación laboral, la hipocresía, la violencia) y usan un lenguaje violento, directo y sin eufemismos, con predominio de un tono de amargura y desesperanza. Sus protagonistas se presentan habitualmente como víctimas, fracasados y destruidos por la sociedad alienada.
Antonio Gala, cuya primera obra fue Los verdes campos del Edén (1963), se caracteriza por la mezcla de lirismo y realismo. Con frecuencia recurre a la alegoría o al uso de símbolos con una intención crítica. Su teatro fue bien acogido por el público, pero no así por la crítica.
El Teatro de Protesta y Denuncia: Alfonso Sastre
También se le conoce como teatro subterráneo y engloba autores que por motivos políticos no pudieron estrenar sus obras. Alfonso Sastre concibe el teatro como un medio de concienciación y de agitación. Crea un teatro trágico, de protesta y que invita a reflexionar sobre la necesidad de un cambio social.
Etapas de Alfonso Sastre
- Dramas de la frustración: el individuo se ve superado por una sociedad injusta (Uranio 235, Cargamento de sueños –ambas de 1946–). Es una etapa vanguardista. Uranio 235 no se estrenó hasta 1964.
- Dramas de la posibilidad: Son obras donde lo social adquiere especial relevancia: La mordaza (1954), Guillermo Tell tiene los ojos tristes (1955).
- Realismo distanciador, de raíz brechtiana: destaquemos La sangre y la ceniza (1965) y Crónicas romanas (1968). Son obras de estructura extremadamente fragmentaria y decorados esquemáticos.