Teatro español de posguerra: Entre la evasión y la renovación
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Teatro español de posguerra: Teatro durante el franquismo
Durante la década de 1940, en pleno franquismo, un teatro de evasión y enredo tuvo un gran éxito: la alta comedia. Surgieron dos tendencias principales:
- El teatro humorístico, representado por autores como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
- El teatro social, cuyo iniciador fue Antonio Buero Vallejo.
En la década de 1960, con la apertura del régimen, aparece un teatro experimental que se introduce en la corriente renovadora que domina la literatura de la época. Desaparece la censura y entran con más facilidad las novedades que se producen en el extranjero.
Teatro humorístico
Este tipo de humor intelectual se opuso a las comedias ligeras de los años 40. Sus principales representantes fueron:
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952)
Jardiel Poncela concibió un teatro en el que tenían cabida los hechos y situaciones más absurdas. Algunos ejemplos de sus obras son: Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada y Los habitantes de la casa deshabitada.
Miguel Mihura (1905-1977)
Mihura creó una nueva forma de abordar el humor, en la que se combinan el absurdo y la reflexión existencial. Sus obras plantean situaciones incongruentes y diálogos absurdos; con esto pretende denunciar la estupidez de los convencionalismos sociales. Su obra más representativa es Tres sombreros de copa.
Teatro social
A finales de la década de 1940 aparece una corriente teatral realista: el teatro social. Este teatro comprometido políticamente, denuncia la injusticia, las desigualdades y la falta de autenticidad de la época.
El principal representante del teatro social es Antonio Buero Vallejo, caracterizado por un estilo sobrio y personajes con un lenguaje sencillo pero de fuerte expresividad dramática. Sus textos logran que el espectador se sienta dentro de la propia historia.
Antonio Buero Vallejo
Ganador del Premio Cervantes en 1986, Buero Vallejo se caracteriza por su compromiso social. Autor solitario y solidario, sus obras combinan realismo, simbolismo, reflexión existencial y crítica social.
Podemos distinguir tres etapas en su producción teatral:
1ª Etapa: El drama existencial
En esta primera etapa predomina el drama existencial. Un ejemplo de ello es Historia de una escalera, obra que se desarrolla en torno a la escalera de una vivienda de varias familias humildes. La obra transmite un mensaje desesperanzado: la frustración de los individuos a los que la realidad les impide cumplir sus sueños.
2ª Etapa: Dramas históricos
En esta segunda etapa, Buero Vallejo se centra en los dramas históricos. La acción se sitúa en una época pasada, lo que le permite al autor sortear la censura y analizar los problemas de su época. Algunas obras de esta etapa son: Las Meninas, El concierto de San Ovidio y El sueño de la razón.
3ª Etapa: Crítica social explícita
En la tercera etapa, la crítica social se hace más explícita y se incorporan innovaciones técnicas. Destaca la obra La Fundación, que presenta a un hombre que, tras haber cometido un delito bajo tortura, cumple su condena en la cárcel. Este hombre, Tomás, se crea la fantasía de vivir en una institución.
Teatro experimental
En la década de 1960 surge una corriente que se propone alejarse de las convenciones realistas dominantes. Algunos autores destacados de esta corriente son:
- José Ruibal, con obras como Los mendigos o El hombre y la mosca.
- Fernando Arrabal, autor de obras como El triciclo o Pic-nic.
Las principales características del teatro experimental son:
- Las nociones de personaje y acción dramática pierden importancia.
- El uso de recursos alegóricos y simbólicos, que obligan al espectador a reinterpretar lo que ve.
- La renovación de la puesta en escena, empleando todo tipo de objetos mecánicos para suscitar una reacción crítica ante la deshumanización presente en la sociedad.
Teatro independiente
Junto al teatro experimental, surgen compañías de teatro independiente que buscan nuevos lenguajes escénicos y una mayor libertad creativa. Algunas de las más destacadas son:
- Els Joglars: fundada por Albert Boadella, esta compañía aúna la experimentación artística con la popularidad. Sus obras se basan en un teatro crítico con la sociedad.
- Els Comediants: colectivo de artistas que buscan activar los sentidos del espectador, desde la crítica o el rechazo hasta la sorpresa o el placer.
- La Fura dels Baus: compañía que juega con la improvisación y la incorporación del espectador a la función. En sus espectáculos, la imagen tiene más importancia que el texto.