Teatro Español Previo a 1936: Innovación y Tradición con Valle-Inclán y Lorca
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 3,17 KB
El Teatro Español hasta 1936: Valle-Inclán y Lorca
El género teatral está concebido para ser representado ante un público. Algunos autores buscan el favor de los espectadores, mientras que otros son más fieles a sus inquietudes creativas. El público habitual de la época era la alta burguesía.
Tendencias Teatrales Previas a la Guerra Civil
Dentro del panorama teatral de la época, podemos distinguir varias corrientes:
- El drama burgués, representado por Jacinto Benavente.
- El teatro cómico, asociado con los hermanos Álvarez Quintero y Carlos Arniches.
- Una mezcla de ambos estilos, cultivada por Jardiel Poncela.
En este contexto, surgieron las Misiones Pedagógicas, un proyecto cultural de gran importancia. Alejandro Casona, figura destacada de este movimiento, escribió la obra Nuestra Natacha.
Dos Figuras Clave: Valle-Inclán y Lorca
Dos autores sobresalen en este periodo por su originalidad y trascendencia: Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca.
Ramón María del Valle-Inclán
A Valle-Inclán le preocupaba la precaria situación de España. Su origen gallego le inspiró para escribir dramas ambientados en una Galicia mítica y atemporal, poblada por sociedades arcaicas que se regían por fuerzas primarias. Sus obras exploran conflictos relacionados con los siete pecados capitales y la superstición, como se aprecia en Comedias bárbaras y Divinas Palabras.
Valle-Inclán creó el "esperpento", un estilo que retrata la realidad desde una perspectiva superior para luego degradarla, caricaturizarla y deformarla a su antojo. En sus esperpentos, combina metáforas sublimes con las más sórdidas, y presenta una galería de personajes que incluye poetas decadentes, mendigos, prostitutas, periodistas cobardes y políticos hipócritas y negligentes. Su obra maestra en este género es Luces de Bohemia.
Federico García Lorca
Federico García Lorca desarrolló un estilo muy personal, caracterizado por el lirismo y el uso de símbolos, y afín a los movimientos de vanguardia. Incorporó en sus obras música y danza, convirtiéndolas en un espectáculo total. También se interesó por los títeres, cuyo lenguaje grotesco se asemeja al de los esperpentos de Valle-Inclán.
Los dramas de Lorca suelen plantear el conflicto entre el principio de autoridad (representado por el orden, la tradición hipócrita, la colectividad) y el principio de libertad individual (referido al instinto, el deseo, la imaginación). Las obras más difundidas de Lorca son sus tragedias rurales, como La casa de Bernarda Alba.
En ocasiones, la trama también se ve afectada por fuerzas naturales, como en Yerma. Lorca también abordó temas como los matrimonios de conveniencia entre viejos y jóvenes, como en La zapatera prodigiosa. Recientemente, se representó en el Teatro Real una adaptación de su obra El público, una de las más vanguardistas por su ruptura de la lógica espacio-temporal, característica del Surrealismo.