Teatro español en los siglos XVIII y XIX: Neoclasicismo, Romanticismo y Realismo

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Teatro español en los siglos XVIII y XIX

Siglo XVIII: Neoclasicismo e Ilustración

Teatro Barroco tardío:

Comedias de figurón con evolución hacia la sátira de la conducta social.

Renovación teatral:

Valores de la razón, la moral pública y el orden social, expresados con equilibrio entre deleite y utilidad.

Tragedia neoclásica:

Utilizada por los ilustrados para introducir su pensamiento. Tragedia nacional ajustada a las reglas neoclásicas y con regularidad métrica.

Comedia de costumbres y sainete:

Géneros menores que se imponen por los nuevos hábitos sociales, debido a modas extranjeras y a los progresos de la vida cotidiana. Autores con obras ceñidas a la regla de las tres unidades y con finalidad educativa para los jóvenes.

El sainete: Obra breve en verso con tono satírico que se representaba al principio o en los entreactos de las obras largas.

Comedia sentimental:

La honra o la virtud tienen un tratamiento social injusto, lo que provoca compasión en el público, abocando las obras a un final feliz con fin didáctico y moralizante.

Leandro Fernández de Moratín:

Presenta los problemas de la clase media y los ideales burgueses, evitando lo desagradable y los elementos maravillosos, buscando el buen juicio y la educación. Obras: El sí de las niñas (crítica de los acuerdos matrimoniales), La comedia nueva (crítica de los nuevos usos teatrales).

Siglo XIX: Romanticismo y Realismo

El interés se centra en el personaje más que en la acción, con interés por lo legendario y la expresión de la angustia vital.

El drama histórico romántico:

Ambientación medieval, lejanía temporal que potencia lo poético y las pasiones humanas. Sirve para exaltar la lucha por los ideales y la nobleza.

  • La conjuración de Venecia: Mundo de intrigas, traiciones y secretos. Final feliz.
  • Macías: Pasión amorosa de un trovador gallego que lucha contra las normas sociales. El sufrimiento le conduce a la muerte.
  • Don Álvaro o la fuerza del sino: Fatalidad, lucha individual contra la sociedad reaccionaria y tratamiento de escenarios que serán clichés del género.
  • Don Juan Tenorio: Drama religioso-fantástico. Historia de Don Juan y Don Luis, quienes compiten en duelos y mujeres seducidas. Don Juan rapta de su celda a Doña Inés y asesina al padre y a Don Luis. Don Juan regresa de Italia, adonde ha huido tras su crimen. En su visita al cementerio ve que Doña Inés también ha fallecido. Escenas macabras, hasta que el espectro de la joven aparece y ambos ascienden a los cielos.

Alta comedia:

Drama histórico, pero sin el ímpetu, la rebeldía o el individualismo del Romanticismo. Heredera de la comedia moratiniana, simplifica las tramas y se centra en la alta burguesía.

Teatro finisecular:

Influencia del naturalismo, simbolismo e introspección psicológica de las novelas de la época.

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