El Teatro Griego Clásico: Orígenes, Representaciones y Grandes Trágicos
El Teatro Griego: La Tragedia
Formalmente, el teatro viene a ser una síntesis de los otros dos géneros: la épica y la lírica. Del primero tomó principalmente los temas, las historias y los personajes; y del segundo, la música, algo de la danza para los coros y la variedad métrica.
Su nombre griego, θέατρον, deriva del verbo θεάομαι, que significa mirar detenidamente, observar. Era, pues, un espectáculo que ponía ante los ojos del espectador una historia dramatizada: unas personas reproducen ante nuestros ojos la vida de otras a las que están suplantando, o sea, interpretando.
El teatro griego se presenta bajo tres modalidades: la tragedia, la comedia y el drama satírico, de las cuales, sin duda, la más importante es la tragedia.
El gran paso de convertir antiguas formas de representación de tipo carnavalesco en una manifestación literaria de altura se atribuye a Tespis (primera tragedia con un solo actor y un coro, 534 a.C.).
Las Representaciones Teatrales Griegas
Las obras de teatro se representaban en Atenas durante las grandes fiestas en honor de Dioniso. Estas fiestas eran: las Leneas, las Dionisias Rurales y las Grandes Dionisias (o Dionisias Urbanas).
Entre las celebraciones se convocaba un concurso de obras dramáticas. Solo tres autores de tragedia y cinco (más tarde tres) autores de comedia eran seleccionados. Las obras seleccionadas se representaban una sola vez. Cada poeta trágico tenía que presentar normalmente tres tragedias y un drama satírico. El poeta cómico solo presentaba una obra.
Los gastos de la representación los costeaban los llamados coregos (χορηγοί). Eran ciudadanos muy ricos, designados también por el arconte, a los que se imponía un impuesto especial (λειτυργία). Entre las misiones del corego estaban: la selección de cantores profesionales que componían el coro y la de los actores, el pago del vestuario, los ensayos y el local para ensayar. Más adelante, el Estado sufragaba los gastos.
El director del coro (διδάσκαλος) solía ser el propio poeta, que a veces participaba también como actor. Las mujeres no formaban parte del grupo de los actores, aunque sí podían asistir al teatro.
Se daban tres premios: a los coregos, a los poetas y a los actores. Recibían una suma de dinero y una corona de hiedra y eran inscritos, al igual que los títulos de las obras premiadas, en las listas (διδασκαλία) conservadas en archivos del Estado.
La Puesta en Escena del Teatro Griego
La orquestra (ορχήστρα) es el lugar donde el coro danza (ὀρχέομαι). En torno a la orquestra se disponía el público para mirar (θεάομαι). Las gradas primero fueron de madera y eran portátiles; más tarde se hicieron de piedra y, detrás de la orquestra, para que los actores pudieran cambiarse, se dispuso una especie de barracón de madera (σκηνή), que luego se construiría con materiales más nobles y una decoración más lujosa. Delante de la escena estaba el proscenio (προσκήνιον), donde se colocaban los decorados (καταβλήματα).
Los elementos teatrales necesarios son los siguientes:
- Los actores (ὑποκριταί)
- Los coreutas (χορεύται) o miembros del coro
- Los músicos (flautistas, αὐληταί y citaristas, κιθαρίσται)
- Las máscaras de los actores (πρόσωπον)
- El decorado (καταβλήματα)
Los actores, que tenían que tener buena voz, buena pronunciación y ser buenos cantantes, además de la máscara y el traje (χιτών, ἱμάτιον), vestían un calzado alto llamado coturno (κόθορνος).
En los primeros dramas (todos ellos perdidos), la representación estaba a cargo de un solo actor (προταγωνιστής) y del coro. Esquilo introdujo un segundo actor (δευτεραγωνιστής) para enfrentarlo dialógicamente al protagonista. Sófocles añadió aún otro más; este número de tres actores nunca creció, si bien a veces intervenían en la representación niños y personajes mudos.
La Tragedia Griega
La tragedia griega es una representación dramática y lírica de una historia tomada, por lo general, de las leyendas heroicas. Su acción es tratada seriamente y sus personajes están revestidos de gran dignidad.
Según Aristóteles, se originó en el ditirambo, un canto ritual en honor de Dioniso. Hacia 620 a.C., Arión de Metimna la dotó de la suficiente calidad literaria.
Al parecer, Dioniso era venerado con el epíteto de macho cabrío negro (μελάναιγις) y por eso sus oferentes se disfrazaban de machos cabríos de este color. Posiblemente de aquí viene el nombre de la tragedia, τραγῳδία, de τράγος (macho cabrío) y ᾠδή (canto), es decir,"canto del macho cabrí".
Estructura de la Tragedia
Una tragedia griega suele empezar con la entrada del coro (πάροδος) que danzaba y cantaba y se situaba en la orquestra en torno al altar de Dioniso colocado en el centro (θύμελη).
Cada intervención del coro durante la obra se llama estasimo (se dividen en estrofas, antiestrofas y epodos) y los parlamentos de los personajes, episodios. Con la última intervención del coro, llamada éxodo (ἔξοδος, salida), acaba la representación.
El Drama Satírico
Es un tipo de teatro análogo a la tragedia en cuanto a la forma y el tema, pero de tratamiento humorístico y ligero. Recibe su nombre del coro, cuyos miembros aparecían como sátiros, seres desvergonzados y traviesos, mitad hombres y mitad machos cabríos, que formaban el séquito de Dioniso.
Como tema de este género teatral podía emplearse cualquier leyenda apta para ser tratada burlescamente. Hoy solo conservamos íntegro un drama satírico, El Cíclope de Eurípides.
Autores de Tragedia
Aunque hubo muchos, solo conservamos obras completas de tres de ellos: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
I. Esquilo
Cuya vida transcurre entre 525 y 456 a.C., escribió unas 90 obras de las cuales solo siete han llegado a nosotros completas. Son las siguientes: Los Persas, Las Suplicantes, Siete contra Tebas, La Orestíada (única trilogía que se ha conservado completa, que consta de las tragedias: Agamenón, Coéforas (Vertedoras de Libaciones) y Euménides), y finalmente, Prometeo Encadenado.
Para Esquilo, el teatro debe ser un gran espectáculo sostenido por la fuerza colectiva del coro, de ahí que los pasajes cantados por el coro ocupen aproximadamente la mitad de la obra.
Además de por la fuerza dramática de sus coros, Esquilo contribuyó al desarrollo de la tragedia por la introducción del segundo actor, lo cual permitió una verdadera acción dramática. Esquilo también es un innovador en el tratamiento de los temas, pues convierte los mitos y las leyendas locales de Grecia en expresiones dramatizadas de los problemas universales del hombre: su destino, su relación con los dioses, su comportamiento ético.
II. Sófocles
Que vivió entre 496 y 406 a.C., solo conservamos siete obras enteras: Áyax (que es quizá la más antigua), Antígona, Edipo Rey, Las Traquinias, Electra, Filoctetes, y Edipo en Colono (obra póstuma).
A diferencia de Esquilo, Sófocles prefiere la creación de piezas sueltas a las trilogías. Establece un nuevo estilo de teatro basado en la acción de personajes individuales, por ello en sus obras disminuye la intervención del coro, aunque eleva el número de sus miembros de doce a quince. La importancia que concede a los personajes individuales es la razón de otra de sus innovaciones, la introducción de un tercer actor, lo que da más versatilidad al diálogo, que a partir de ahora puede ser entre dos o tres personajes. Una tercera aportación de Sófocles al desarrollo del teatro es el enriquecimiento de los decorados, lo que acrecentaba la vistosidad del espectáculo.
Sófocles toma los temas de la leyenda heroica tradicional, pero modernizando el carácter de sus personajes, lo que los hace menos mitológicos, es decir, más reales y creíbles.
Esquilo ofrecía en la escena una visión teológica y una reflexión sobre las causas del dolor, en la medida en que dichas causas afectan a toda la sociedad, a una ciudad, o un grupo; por eso principalmente tiene en sus obras tanta importancia el coro. Sófocles, en cambio, individualiza el sufrimiento, por eso son para él tan importantes los personajes. Siente una especial predilección por el esquema tradicional del héroe poderoso y luego abatido.
III. Eurípides
Nació el año 485 a.C. y murió en 406. Conservamos las siguientes diecinueve obras suyas: El Cíclope, Alcestis, Medea, Hipólito, Hécuba, Andrómaca, Las Heraclidas, Las Suplicantes, Heracles, Las Troyanas, Ion, Ifigenia en Táuride, Helena, Electra, Orestes, Las Fenicias, Ifigenia en Áulide, Las Bacantes y Reso (sobre cuya autoría ha habido algunas dudas).
Eurípides no es tan hábil con los recursos teatrales como Sófocles, pero sí sabe, en cambio, dar a sus personajes un patetismo que dejará huella en el teatro helenístico y en el romano.
Los elementos más característicos de sus dramas son los siguientes:
- Da un tratamiento nuevo a las leyendas heroicas, a menudo con un espíritu crítico contra los héroes tradicionales y los dioses, que suelen ser para Eurípides símbolos de poderes irracionales.
- Considera que los destinos humanos están guiados por la fortuna.
- Muestra un gran interés por los personajes femeninos (la mayor parte de sus obras conservadas llevan nombre de mujer) a los que dota de nueva caracterización. Las mujeres en Eurípides se mueven por sentimientos personales y por las propias pasiones, sin idealismos.
- Critica duramente muchos principios tradicionales considerados intocables por la sociedad ateniense, como la superioridad del hombre sobre la mujer o del griego sobre el bárbaro o como la virtud de la guerra.
- Se sirve Eurípides del recurso al deus ex machina. Se llama así porque el dios aparecía en escena colgado de una especie de grúa (μηχανή, latín machina), como si viniera del Olimpo o del cielo.