Teatro y Oratoria en la Antigua Roma

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Teatro

Las representaciones teatrales tenían lugar a primera hora de la tarde en los festivales públicos. Los más importantes eran los ludi megalenses, los ludi apollinares, los ludi romani, etc. Los precedentes del teatro romano se encuentran en los cantos fesceninos y la farsa atellana, con máscaras, y la satura, con el añadido del diálogo, la música y la danza.

Teatro en la época arcaica

Las obras se clasifican en tragedias, con héroes y dioses como protagonistas, y comedias, con protagonistas humanos. Ambos géneros surgen en Roma por la traducción e interpretación de modelos griegos. Del teatro latino nos han llegado comedias de Plauto y Terencio, y las tragedias de Séneca. Otros autores relevantes fueron Livio Andrónico y Nevio.

Plauto

Plauto imita a los autores griegos de la comedia nueva. El protagonista es el hombre corriente y entre los personajes se encuentran el viejo, el joven enamorado, la cortesana, el parásito... Las obras de Plauto se caracterizan por su final feliz y por un prólogo en el que se cuenta el argumento. Algunas de sus obras más conocidas son Anfitrión, Comedia de la olla y Los cautivos.

Terencio

Terencio perteneció al círculo literario de Escipión Emiliano. Conservamos seis comedias suyas: Andria, La suegra, El eunuco, Formión... En los prólogos de sus obras no se narra el argumento, sino que se defiende de las acusaciones de plagio de dramaturgos anteriores, lo que se conoce como contaminatio.

En la tragedia destacaron Pacuvio y Accio. Autores de la palliata fueron Tito Maccio Plauto y Afranio.

Teatro en la época clásica

Se cultivan dos géneros: la atellana literaria y el mimo.

Teatro en la época imperial

Se compone de tragedias, como las de Séneca, y se siguen representando el mimo y la pantomima.

Oratoria

El objetivo de la oratoria es convencer, persuadir y exponer por medio de la palabra hablada. La libertad de expresión y la presencia en instituciones políticas eran fundamentales para su desarrollo. La oratoria requirió el uso de la retórica, cuyo estudio comenzó en Grecia a mediados del siglo V a.C. y llegó a Roma en el siglo II a.C. Se distinguen dos tipos de discursos: los políticos y los judiciales. En ellos cabe destacar las siguientes partes: exordio, narración, argumentación, confirmación y conclusión.

Cicerón destaca entre los predecesores de Apio Claudio (siglo III a.C.). La oratoria romana se consolida en el siglo II a.C. con figuras como Marco Porcio Catón, Escipión Emiliano, Tiberio y Cayo Graco, etc.

Cicerón

Nacido en Arpino, se trasladó a Roma, donde se formó como orador y jurista. Perfeccionó la técnica y el estilo oratorio. Sufrió el exilio y la muerte por sus ideas políticas. Entre su obra oratoria destacan:

  • Discursos jurídicos: In C. Verrem, Pro Archia poeta, Por Milón.
  • Discursos políticos (en el Senado): Pro lege Manilia, In L. Catilinam, Pro Marcello y Pro Ligario.

Cicerón supo adecuar como ningún otro la expresión a las circunstancias y al personaje.

La oratoria posterior languidece por la falta de libertad política. Desaparecida la República, la oratoria se convierte en un ejercicio retórico más que en un instrumento político.

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