El Teatro Romano: De las Farsas Atelanas a Plauto y Terencio
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El Teatro en Roma
Introducción
El teatro era el único género literario que en la época de la cultura latina se enriqueció en Roma con una rica tradición popular. Entre las manifestaciones preliterarias relacionadas con la escena destacan las farsas atelanas y el mimo.
Las farsas atelanas surgen entre los oscos y son pequeñas representaciones bufas basadas en la vida cotidiana, realizadas por actores no profesionales con máscaras.
El mimo era una representación en la que tanto hombres como mujeres, sin máscaras, daban vida a escenas de la vida diaria. En la evolución del teatro romano, el mimo fue adquiriendo cada vez mayor popularidad, desplazando a las atelanas en el exodum de las tragedias.
El teatro es el más claro ejemplo que tenían los romanos para apropiarse de las manifestaciones artísticas de otros pueblos. El término habitualmente denominado para las representaciones es fabula. Distinguían así los dramas:
Tragedia
- Fabula crepidata o cotumata: Tragedia de asunto griego. Se caracterizaba porque los actores usaban el coturno.
- Fabula praetexta: Se basa en leyendas o historias romanas.
Comedia
- Fabula palliata: Comedia latina de asunto griego.
- Fabula togata: Comedia sobre temas y personajes romanos.
Tampoco existió en Roma, en los primeros tiempos, una especialización de los dramaturgos en trágicos y cómicos. La tragedia decayó y no se tiene noticia de ninguna tragedia en el último siglo de la República. De este periodo conservamos las tragedias escritas por Séneca el filósofo, únicas que nos han llegado completas y entre las que se incluye una praetexta.
La fabula paliata está, en cambio, magníficamente documentada en las obras de los dos grandes cómicos de los primeros siglos de la República: Plauto y Terencio. La comedia dejó prácticamente de escribirse y representarse en el siglo I a.C.
La Representación
En el siglo III a.C. surgieron los primeros teatros, consistentes en simples tablados provisionales instalados en un rincón de una plaza, cerca de un templo. Los organizadores de los juegos públicos eran los ediles, que le encargaban a un director de escena que buscara y montara una obra. Los actores eran masculinos y algunos representaban varios papeles en la obra; usaban pelucas y atuendos griegos, pero los trajes variaban según el tipo de representación y según el papel, la edad, el sexo del actor, etc.
El coro, que fue abolido por los últimos comediógrafos griegos, no fue restablecido, pero se amplió el papel del canto y de la música. Los personajes cantan muy a menudo. En la época de Plauto ya están aclimatados a la escena romana los diversos ritmos de la poesía griega.