Técnicas de Injerto y Cultivo en Fruticultura: Mejora la Producción

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¿Qué es el Injerto?

El injerto es el arte de unir partes de plantas para que continúen su crecimiento como una sola. Se injerta para lograr que la nueva planta combine características beneficiosas del patrón elegido o de la púa.

Tipos de Injertos

Injertos de Púa

Se inserta una vareta con varias yemas en el patrón. Se puede hacer de diferentes maneras:

  • Injerto Inglés: Recomendado para material pequeño. El patrón y la púa han de tener el mismo diámetro y los cortes que realicemos en ambas partes han de ser exactamente iguales. Una variante será el empalme, donde el segundo corte se realizará limpio, largo e inclinado y de igual longitud en los dos.
  • Injerto de Corteza: Solo se puede realizar después de que se haya iniciado el crecimiento activo de primavera, ya que requiere que la corteza se desprenda con facilidad de la madera. Las púas deben contener yemas latentes, habrá que conservarlas refrigeradas hasta el momento de injertar, ya que es conveniente que el patrón tenga mayor actividad vegetativa que la púa.

Injertos de Yema

Solo utilizaremos una yema y una pequeña sección cortada, con o sin madera. Es muy sencillo, rápido y eficaz. Se utiliza mucho en viveros de frutales sobre patrones jóvenes. Las mejores yemas son las vegetativas que se encuentran en la parte media del brote. A las dos o tres semanas de hacer el injerto se revisará. Si la corteza permanece de su color, quiere decir que ha sido realizado con éxito. Por lo tanto, cuando el injerto tenga un brote seguro, cortaremos el patrón por encima del punto de injerto, mediante un corte limpio e inclinado en sentido opuesto a la yema y se cortarán los brotes basales del patrón.

Técnicas:

  • Injerto en T o de Escudete: Es el más utilizado de todos los injertos de yema. Utilizamos patrones pequeños de 0.5 a 2.5 cm. Se busca una parte lisa del tallo a una altura de 5 a 25 cm del suelo y se realiza un corte vertical y otro horizontal formando una T. Abrimos con el escudete el corte vertical para facilitar la inserción de la yema. Acto seguido, cortamos la yema que queremos poner con el tamaño más aproximado posible al del corte del patrón. La rebanada de la yema ha de ser delgada y rígida. Una vez introducida la yema en el patrón, los labios del corte deben tapar el escudete, pero la yema debe quedar al descubierto. La ataremos con rafia, cinta adhesiva, etc., cubriendo bien los cortes pero dejando al descubierto la yema.
  • Injerto de Parche: Realizaremos en el patrón un corte rectangular de unos 2.5 x 3.5 cm aproximadamente y extraeremos la corteza, que se reemplazará por un parche de corteza del mismo tamaño que lleva una yema de la variedad que se va a injertar. Es un injerto muy utilizado en cítricos y apropiado para especies de corteza gruesa.
  • Otros Injertos de Yema: Son el de flauta, anular, en I o de placa.

Técnicas de Cultivo

Preparación del Terreno

Es conveniente realizar una labor profunda e incorporar un abonado a fondo. Después, una buena labor superficial para dejar el terreno bien aireado, mullido y libre de terrones y piedras.

Siembra

Se puede realizar durante todo el año, eligiendo la mejor variedad para cada época, pudiéndose incluso asociar cultivos. Pueden utilizarse semillas pildoradas para siembra directa o plantones. Esta operación puede realizarse manualmente o utilizando maquinaria específica para la plantación. La época de siembra depende de la zona, ya que en cada una se sigue un ciclo de cultivo y variedad diferente.

Riego

Dependiendo de nuestra variedad, aportaremos una cantidad diferente de agua en un periodo determinado, ya que la alternancia de periodos secos y muy húmedos puede echar a perder nuestro cultivo.

Abonado

Dependerá siempre de las reservas del terreno, del tipo de cultivo y sus necesidades.

Sistemas de Formación

Vaso

Sin eje central, de 3 a 5 ramas primarias con secundarias y terciarias en espina de pescado. Se abren las ramas y se podan las que crecen en su interior. Se despuntan las que no sirven como estructurales en verde y en invierno se eliminan. Al no tener eje central, la insolación, aireación e iluminación es mayor. La poda de mantenimiento es fácil de realizar y se adapta a todos los frutales. Es de lenta entrada en producción, tiene peligro de rotura en las ramas principales y requiere siempre una poda en verde para mantener su equilibrio. Se usa, sobre todo, en frutales de hueso y cítricos.

Pirámide

Con 3 o 4 pisos formados cada uno por unas 4 ramas primarias. Se intentará mantener el piso más bajo más vigoroso que los superiores. Se forma un piso por año, dejando una guía vertical y, bajo esta, de tres a cinco ramas distribuidas alrededor del tronco. Se adapta muy bien a especies de poco vigor como el peral. Una vez formado, su mantenimiento es sencillo. Tiene una lenta entrada en producción y requiere de elementos auxiliares. Es recomendable para especies de poco vigor. Muy utilizado en membrillo y peral, y manzano, aunque también en nogal y cerezo, que son más vigorosas.

Cordón

  • Vertical: Formado por un eje central vertical de 2 a 3 m de alto.
  • Horizontal: Se lleva el eje a posición horizontal.
  • Inclinado: Se inclina el eje 45-70º.

Consiste en no dejar que las ramas laterales se hagan estructurales, atando al guía a alambres en la posición deseada. Permite una alta densidad de plantación y se adapta muy bien a la mecanización, lo que la hace muy interesante en la fruticultura intensiva. Es de formación muy simple. Su mayor inconveniente es el coste de la instalación de apoyo. Solo utilizable para especies de poco vigor: manzanos y perales de poco vigor, kiwi y vid.

Palmeta

Eje central recto y vertical sobre el que se insertan, cada medio metro aproximadamente, pisos formados por dos ramas que forman un ángulo de 40 a 60º. Llegan a tener hasta 4 y 5 pisos. En verde, se deja crecer el eje central y los dos brazos del piso, arqueando el más vigoroso. El resto se despuntan o eliminan. En invierno, se descabeza el eje por donde queremos formar el siguiente piso y se eliminan las ramas no estructurales. Una vez formada, es fácil de mantener. Se obtiene fruta homogénea y de calidad. Permite la mecanización. Tiene rápida entrada en producción y gran capacidad productiva. La estructura de apoyo es cara. Tiende a desequilibrarse, debilitándose la parte baja y yéndose la vegetación a la parte alta. Tradicionalmente utilizado en manzanos y perales.

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