Tecnología RADAR: Principios, Aplicaciones y Evolución

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Los sensores de RADAR (RAdio Detection And Ranging) son sistemas activos que utilizan ondas de radio para la detección de objetivos y la medición de distancias. Funcionan emitiendo pulsos de energía electromagnética y analizando los ecos que retornan tras reflejarse en los objetos.

Principios de Funcionamiento

Como sensor activo, el RADAR genera su propia iluminación. La energía emitida viaja hasta el objetivo, se refleja y regresa al receptor. El tiempo que tardan las ondas en completar este recorrido permite calcular la distancia al objetivo. Además, la dirección de la antena direccional determina la ubicación del objetivo, y el análisis de las señales de retorno puede proporcionar información sobre sus características, como forma y propiedades físicas.

Las principales ventajas del RADAR incluyen su capacidad para operar de día y de noche, y su insensibilidad a las condiciones atmosféricas adversas que podrían bloquear otras señales.

Componentes Principales

Un sistema RADAR consta de dos partes fundamentales:

  • Transmisión: Incluye el generador de impulsos, el transmisor, el duplexador y la antena direccional.
  • Recepción: Comprende la recepción de los impulsos de retorno, el duplexador, el receptor, y los sistemas de visualización y almacenamiento de datos.

Evolución Histórica y Aplicaciones

Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, el RADAR fue crucial para el rastreo y la vigilancia de buques y aviones enemigos.

Aplicaciones Actuales

  • Usos Civiles: Navegación marítima y aérea.
  • Teledetección: Desde satélites, se utiliza para la creación de mapas terrestres detallados.

Sistemas RADAR Especializados

SLAR (Side-Looking Airborne Radar)

El SLAR emplea un sistema RADAR instalado en plataformas aéreas para aplicaciones de teledetección. Las antenas se montan en la parte inferior de la aeronave. Permite visualizar características del terreno como ríos, calles y carreteras (que aparecen como superficies lisas y planas, a menudo oscuras en la imagen) y edificios (áreas brillantes). Su principal inconveniente es la baja resolución debido al tamaño limitado de la antena.

SAR (Synthetic Aperture Radar)

El SAR opera exclusivamente en plataformas móviles. Los impulsos se transmiten mientras la plataforma está en movimiento. La resolución espacial se mejora mediante una antena sintética. Esta técnica implica que la plataforma aérea vuele cientos de metros, y los datos recolectados se procesan para simular una antena mucho más larga. El procesamiento Doppler es clave: la posición de un objetivo determina la frecuencia Doppler de sus ecos. A medida que el avión avanza, los ecos se resuelven en una serie de frecuencias Doppler que permiten determinar la posición azimutal del objetivo. La señal de eco recibida depende de las características electromagnéticas de la superficie, la distancia a la antena transmisora/receptora y el ángulo de observación respecto a la pendiente del terreno.

ISAR (Inverse Synthetic Aperture Radar)

El ISAR, a menudo asociado con satélites SAR, permite observar la misma área desde ángulos de visión ligeramente distintos, ya sea de forma simultánea o en momentos diferentes. Mediante un interferograma SAR (obtenido por multiplicación cruzada pixel a pixel), se pueden obtener datos de amplitud (producto de las amplitudes de ambas imágenes) y fase (diferencia de fase entre las imágenes). Estas mediciones son fundamentales para aplicaciones como la determinación de la altitud del terreno y el seguimiento de movimientos del terreno.

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