Tendencias de la Novela Española: Del Realismo Social a la Experimentación (1950-1975)
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La Novela Española de Posguerra: Un Recorrido por sus Tendencias (1950-1975)
Este documento explora las principales corrientes de la novela española entre 1950 y 1975, desde el realismo social de los años cincuenta hasta la narrativa experimental que surgió a partir de 1962.
La Novela Social de los Años Cincuenta
La novela de los años cincuenta se caracteriza por su compromiso con la realidad social y política de España. Se la conoce como novela social española y sus límites temporales se sitúan, aproximadamente, entre 1951 y 1962. A mediados de la década, surge una serie de escritores que, con una marcada intención crítica, abordan en sus novelas las injusticias y desigualdades sociales de la época.
En cuanto a la técnica narrativa, se recurre al objetivismo: el narrador tiende a desaparecer, limitándose a mostrar los hechos sin profundizar en la psicología de los personajes. El lenguaje empleado suele ser cercano al coloquial.
Dentro de la novela social, se distinguen dos tendencias principales:
- Neorrealismo: Se centra en los problemas del individuo. Destacan autores como Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama, 1955) y Carmen Martín Gaite (Entre visillos, 1957). El Jarama, por ejemplo, narra un día en la vida de un grupo de jóvenes a orillas del río Jarama. La obra se basa en diálogos intrascendentes, reproducidos casi como una transcripción magnetofónica, que reflejan el tedio vital, solo interrumpido por la trágica muerte de una joven.
- Realismo social: Pone el foco en los problemas colectivos. Los autores muestran un compromiso ideológico explícito, ofreciendo una visión parcial de la realidad. La narrativa es lineal, con descripciones sencillas y un léxico a veces empobrecido, incluso con descuidos sintácticos.
En este periodo, también se observa un auge del relato corto, que permite a los autores reflejar ambientes o situaciones concretas en pocas páginas. Sobresalen los cuentos de Ignacio Aldecoa.
De 1962 a 1975: La Narrativa Experimental
A partir de 1962, la novela española experimenta una profunda transformación. Al agotamiento de la fórmula realista y a los cambios sociopolíticos del país, se suman dos factores clave:
- El descubrimiento de la novela hispanoamericana.
- La influencia de los grandes renovadores de la novela universal contemporánea, cuyas obras son leídas y asimiladas por los narradores españoles.
La publicación de Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, en 1962 marca un punto de inflexión. Los novelistas abandonan progresivamente la idea de que sus obras puedan tener una repercusión social directa y se concentran en la renovación formal y la experimentación técnica y lingüística. Algunas de las características más significativas de esta nueva etapa son:
- Disminución de la importancia de la trama narrativa; la acción se vuelve escasa.
- Indagación reflexiva sobre los problemas que presenta la confección del relato.
- Perspectivismo.
- Ruptura del espacio y el tiempo, a menudo con retrospecciones.
- Empleo flexible de las personas gramaticales y mezcla de estilos (directo e indirecto).
- Complejidad del lenguaje: ruptura de la sintaxis y del párrafo como unidad textual, dando lugar a discursos extensos sin puntos y aparte, o a secuencias breves de una sola frase; uso libre de los signos de puntuación; oraciones muy largas y complejas, pero también uso de la frase breve del lenguaje vulgar.