Teoría del aprendizaje conductista: Principios y aplicaciones
Clasificado en Psicología y Sociología
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Modelo Conductista
El modelo conductista se basa en la idea de que somos lo que aprendemos y lo que hacemos. En sus planteamientos más actuales, se reconoce que las personas no están gobernadas solo por influencias exteriores y que son capaces de desempeñar un papel activo y propositivo. Una de sus ideas centrales fue propuesta por Thorndike con su ley del efecto, según la cual, en una situación determinada, los comportamientos que son seguidos de una consecuencia agradable tienden a repetirse en una situación similar. La consecuencia agradable constituye un refuerzo que puede ser material o social.
Tipos de Reforzadores
Los reforzadores pueden ser intrínsecos y extrínsecos.
- Intrínsecos: Aquellos que se autoaplica el sujeto (satisfacción u orgullo).
- Extrínsecos: Aquellos que la gente ha aprendido a valorar y pueden ser:
- Primarios: Tienen que ver con las necesidades básicas.
- Secundarios: Aquellos que la gente ha aprendido a valorar, como los materiales (dinero), sociales (aceptación), de actividad (hobbies) o simbólicos.
La hipótesis es que toda conducta es aprendida por medio de refuerzos proporcionados por el entorno a esa conducta. Si la conducta es indeseable, lo conveniente es identificar los refuerzos a la misma; solo bastará con suprimirlos para que la conducta desaparezca.
Formas de Inducir el Comportamiento
Dentro de este modelo hay tres formas de inducir el comportamiento:
- Condicionamiento respondiente o clásico (Watson y Pavlov): Se basa en la respuesta física ante la mera exposición al estímulo. Algunas de sus técnicas son la relajación, la terapia implosiva o inundación, y los procedimientos aversivos.
- Condicionamiento operante (Skinner): Se produce cuando una conducta se modifica en función de ciertas consecuencias. Son técnicas de condicionamiento operante el uso de fichas y el empleo de la imaginación. Existen cuatro maneras de influir:
- Reforzamiento positivo: Cuando la conducta viene seguida de una consecuencia positiva.
- Reforzamiento negativo: Cuando la conducta se reducirá si se evitan las consecuencias negativas.
- Extinción o coste de respuesta: Retirada de una consecuencia positiva.
- Castigo: Uso de una consecuencia negativa ante un comportamiento determinado.
- Aprendizaje social (Bandura): Las conductas varían según lo que aprendemos en las interacciones sociales. Padres, profesores, amigos… se convierten en modelos y ejemplos de conducta, y también en fuentes de alimentación y reforzamiento o castigo. Algunas de sus técnicas más utilizadas son el entrenamiento en habilidades sociales o el entrenamiento de padres.
Aplicación de los Reforzadores
Los refuerzos deben ser ajustados a la conducta, debiéndose aplicar correctamente, evitando la saturación y pérdida del poder reforzador. Los reforzadores pueden ser utilizados conjuntamente.
La intervención conductista puede utilizarse con familias en casos de conducta antisocial, en situaciones de crisis, para desarrollar habilidades sociales, combatir adicciones o para mejorar la autoestima.