La Teoría Política de Platón: Justicia, Educación y el Mundo de las Ideas

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La Teoría Política de Platón

La Polis Ideal y la Justicia

En la filosofía política de Platón, la justicia en la polis (ciudad-estado) se alcanza cuando cada individuo cumple la función que le corresponde según su naturaleza. Platón divide la sociedad en tres clases: los productores (agricultores, artesanos, comerciantes), los guardianes (guerreros) y los gobernantes (filósofos).

En los productores, aquellos en los que prevalece el alma apetitiva, poseen la virtud de la templanza. En los guardianes, que defienden la ciudad y hacen cumplir las leyes, predomina el alma irascible y la virtud del valor. Finalmente, en los filósofos, que deben gobernar la polis, predomina el alma racional y la virtud de la prudencia, que pueden garantizar una vida feliz. Como es característico en la filosofía de la Grecia Clásica, la política aparece unida a la ética.

Educación para la Polis Ideal

Para alcanzar esta ciudad ideal, la polis debe garantizar la educación de los ciudadanos, con una escuela del estado donde asisten hombres y mujeres desde muy temprana edad y donde se desarrollen al máximo sus cualidades. Los destinados a formar la élite gobernante deberán estudiar hasta una edad avanzada las ciencias exactas, para que conozcan el orden ideal del mundo y se inicien, a partir de los 30 años, en la Teoría de las Ideas.

La Teoría de las Ideas

La Teoría de las Ideas afirma que existen dos mundos diferentes:

  • El Mundo sensible o de las cosas: Donde todo cambia constantemente y lo bueno o verdadero es solo cuestión de opinión (doxa). Este mundo tiene una realidad precaria, porque copia o participa del mundo auténtico.
  • El Mundo de las Ideas: El mundo inmutable, perfecto y real, donde se encuentran las Ideas absolutas –con los atributos del ser de Parménides- jerarquizadas hacia la Idea de Bien, que ocupa su centro. La Idea es la forma única de algo múltiple.

Las Ideas se conocen por reminiscencia, para lo que es necesario su concepción dualista del ser humano, que gracias al alma inmortal, sujeta a las reencarnaciones, puede ir profundizando en el conocimiento de las Ideas. Por ello, la Teoría política de Platón es consecuencia de su ontología y su epistemología.

Concepción del Ser Humano

Platón, en su concepción del Ser humano, defiende el dualismo antropológico, afirmando que existen dos sustancias en el ser humano:

  • El cuerpo: Que es mortal y pertenece al mundo sensible.
  • El alma: Que conoce las Ideas, que no pueden ser conocidas por la experiencia, sino solo a través del alma racional o Nous. Esto supone afirmar que el alma pertenece al mundo inteligible y que, por tanto, es como las Ideas, inmortal y eterna.

Platón describe el viaje del alma tras la muerte del cuerpo en el mito del carro alado, en su obra “Fedro”, donde recupera la teoría de la reencarnación del alma de Pitágoras, según la cual el alma es inmortal y ha nacido muchas veces. Si seguimos una vida racional o contemplativa, el alma podrá seguir a los dioses y alcanzar la contemplación del ser.

Platón distingue tres partes en el alma individual:

  • La racional: Única inmortal y que domina los impulsos.
  • La irascible: Que lucha por lo que la razón considera justo.
  • La concupiscible: Principio de los deseos corporales.

Platón afirma que existe un paralelismo entre las virtudes morales, las clases sociales y las partes del alma. En el Fedón pretende demostrar la inmortalidad del alma con tres argumentos: el de los contrarios, el de la reminiscencia –conocer es recordar- y el de las Ideas –si existen las ideas, el alma debe pertenecer al mundo inteligible-.

Platón fundamenta toda su filosofía en la Teoría de las Ideas, en la que afirma que existen dos mundos diferentes: el Mundo sensible, o de las cosas, donde todo cambia constantemente y lo bueno o verdadero es solo cuestión de opinión (doxa), y el Mundo de las Ideas donde todo es inmutable.

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